El presidente de Uruguay, José Mujica, fue a saludar a Luis Suárez tras su expulsión del Mundial de Brasil y advirtió que «el fútbol es una fiesta deportiva y no una guerra».
El mandatario uruguayo volvió a mostrar su rechazo a la dura sanción de la FIFA, que incluye además una multa de 80.000 euros y la prohibición de visistar cualquier recinto deportivo durante los cuatro meses de castigo. «Hemos tenido que padecer una justicia o una sanción que en parte podría entenderse, y solo en parte, pero no puede entenderse jamás la truculencia, la forma, los procedimientos aplicados», afirmó el mandatario.
«Una monstruosa agresión, no solo a un hombre, sino también a un país», sostuvo el presidente. «Será algo inolvidable y quedará en la peor memoria de la historia del fútbol. Va a ser una eterna vergüenza de la memoria de los Mundiales», agregó.
Ola de indignación en Uruguay
Mujica exhortó a sus compatriotas a evitar que «el dolor y la ofensa achiquen al alma la visión» tras la ola de indignación que generó en el país la sanción de cuatro meses y nueve partidos que le aplicó la FIFA a Suárez por morder a un rival en Brasil 2014.
El presidente uruguayo ha revelado que fue a saludar a Luis Suárez cuando éste volvió de Brasil después de esperarle más de una hora en el aeropuerto de Montevideo.
El avión privado que trasladó al futbolista desde Natal llegó con retraso, por lo que había apenas unas diez personas esperando en el aeropuerto. Mujica visitó al futbolista y aseguró que le dio «un humilde abrazo» y lo invitó a «seguir viviendo, aprendiendo y luchando».





