Rostros conocidos de la Premier League marcan y celebran victorias en el Mundial de Brasil, pero no lo hacen con la camiseta de la selección inglesa. La liga más rica y competitiva del mundo tiene a muchos de los mejores jugadores del planeta, pero algunos creen que es un arma de doble filo: el fútbol es el más atractivo, pero la selección es una víctima colateral de ese éxito.
«El gran problema es la Premier League», dijo el ex delantero Chris Waddle tras el desastre de la selección inglesa en Brasil, donde perdieron sus dos primeros partidos y quedaron sin opciones de clasificarse a los octavos de final. «Tienen un producto que lo quieren vender en todo el mundo. Es divertido, pero no es bueno para nuestros jugadores», añadió Waddle, miembro de la Inglaterra que logró el cuarto puesto en el Mundial de Italia 1990.
En Brasil, los ingleses perdieron ante Italia 2-1 y luego cayeron con Uruguay por el mismo marcador. En el primer partido recibieron un gol de Mario Balotelli, que fue campeón inglés con el Manchester City. Y en el segundo fueron víctimas de un doblete de Luis Suárez, la estrella del Liverpool. Por si fuera poco, el gol que certificó la eliminación matemática (el 1-0 de Costa Rica sobre Italia) lo marcó Bryan Ruiz, hasta enero con contrato con el Fulham.
Cuando nació la Premier League, en la temporada 1992-1993, había un 69 por ciento de futbolistas ingleses en las plantillas. Hoy los jugadores locales suponen menos de un tercio del total. «Es una tendencia alarmante y que da miedo», explicó el presidente de la Federación Inglesa, Greg Dyke. El máximo dirigente advirtió de los peligros hace un año en un largo debate sobre los defectos del fútbol inglés. «Cuando los clubes de tu liga siguen formándose por extranjeros y siguen siendo entrenados por extranjeros, ¿por qué deberían querer ocuparse del desarrollo de la selección inglesa?», se preguntó retórico Dyke.
El seleccionador de los «pross», Roy Hodgson, tiene una plantilla en la que pocos jugadores cuentan con galones en los mejores equipos de Europa. Sólo cuatro de los once que formaron ante Uruguay jugaron los dos últimos años un encuentro de la Liga de Campeones como titulares. Alemania y España, por ejemplo, son modelos contrarios. Todos los titulares de ambas selecciones en los dos primeros partidos del Mundial alcanzaron al menos los octavos de final de la Champions League esta temporada.
Sin oportunidades para los jóvenes
«Tenemos que aceptar que los futbolistas (ingleses) tienen una dura competencia», analizó Hodgson antes del último partido de Inglaterra en el Mundial, donde tiene previsto dar minutos a los jóvenes talentos de las islas británicas. El seleccionador se quejó de que esos prometedores futbolistas no tengan un lugar en sus equipos. «Los clubes pueden permitirse dejar en el banquillo a los mejores jóvenes», lamentó.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, reveló que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, también está desconcertado por la situación. «Dijo que el problema de la selección inglesa era la Premier League. Tenemos muchos jugadores extranjeros que cobran mucho», dijo Johnson tras una reunión con el máximo dirigente del fútbol mundial.
Para Hodgson, debería haber un sistema por el que los futbolistas de 19 años que no tengan un lugar en el Arsenal, Chelsea o Manchester United puedan tener la oportunidad de jugar regularmente. Dyke propuso en mayo la creación de unos equipos «B» de los principales clubes -como existe por ejemplo en España-. Y también se barajó la idea de que las plantillas sólo puedan contar con dos jugadores que no tengan el pasaporte de la Unión Europea. Sin embargo, la mayoría de las propuestas fueron rechazadas por los responsables de la Premier League, una competición que goza de toda la salud que le falta a la selección inglesa.






