Si algo demuestra una comparación entre Joachim Low y Didier Deschamps es que caminos diversos pueden llevar a convicciones similares. El técnico alemán y su rival francés se verán este viernes las caras en el Mundial de fútbol de Brasil con un estilo parecido surgido de historias vitales diferentes (18 horas, GolT).[Francia-Alemania en directo]
Low recibió su primer golpe como técnico pocas semanas antes de que Deschamps lograra su máximo éxito como jugador. A mediados de 1998, el técnico alemán fue despedido del Stuttgart tras caer ante el Chelsea en la final de la UEFA. Ese mismo verano, Deschamps ganaba el Mundial de Francia con su selección.
Pero el hambre de gloria no impide que Deschamps mantenga los nervios. Cuando los medios franceses comenzaron a tomar los cuartos de final mañana en Río de Janeiro como una revancha de la dura derrota ante Alemania en semifinales de España 1982, el técnico evitó entrar en el juego. «La mayoría de los jugadores ni siquiera habían nacido. ¿Qué les voy a contar? Yo tenía sólo 14 años», dijo con frialdad. La épica histórica no encaja con el estilo sereno del galo.
En el banquillo, el entrenador de 45 años es incluso más sereno que Low. Está lejos del modelo de técnico efusivo de gestos exagerados. Pero su autoridad es indiscutida y se lo considera un obsesivo de la disciplina.
Cuando en la concentración francesa en Ribeirao Preto volvió a escucharse una pregunta sobre la ausencia del lesionado Franck Ribéry, el técnico recordó que en sus tiempos de jugador era un recio mediocentro que no ahorraba entradas para frenar al rival. «Y puedo seguir haciéndolo», dijo sonriente, medio en broma y medio en serio.
El francés, más laureado
Deschamps es un ganador. Lo fue ya como jugador en el Olympique de Marsella, la Juventus de Turín y la selección gala. Y quiere seguir siéndolo como técnico. El ex luchador del mediocampo nacido en Bayona, en el País Vasco francés, necesita el éxito. El curriculum de Low es más modesto. Su carrera como jugador se asocia sobre todo al Friburgo, de segunda división.
También como técnico se mantuvo durante años tras dejar el Stuttgart en equipos de relevancia media en Austria y Turquía, hasta que Jurgen Klinsmann lo eligió como asistente al llegar a la selección alemana en 2004.
A diferencia de Deschamps, que heredó un equipo problemático que tuvo que «depurar», Low tuvo la ventaja de llegar a la selección en un tiempo de refundación. La Alemania de hoy es, en gran medida, la Alemania diseñada por el técnico de 54 años.
La mezcla de mesura y autoridad define también al alemán. «Lo que me fascinaba en él era su manera directa de pensar», contó alguna vez Klinsmann sobre su primer encuentro profesional con Low. El estilo reposado y la educación germana no le impidieron enfrentarse a sus jefes o mantenerse fiel a sus ideas pese a las críticas.
Low se sorprendió cuando le preguntaron si el cruce entre Francia y Alemania de este viernes era el más importante de su carrera. «¡De ningún modo! Hubo ya otros partidos igual de importantes», dijo sin dudar. Y es que el Mundial 2014 es ya el cuarto torneo grande que afronta, después del de Sudáfrica 2010 y de la Eurocopas de 2008 y 2012. Para Deschamps, que llegó a la selección francesa tras la Eurocopa 2012, es el primero. Uno de los dos se despedirá de Brasil mucho antes de lo deseado.