La selección española ya está en casa, oficialmente de vacaciones después del fiasco de Brasil. Se terminó el Mundial más triste y ahora ya sólo queda pensar en la renovación de un grupo que exige cambios. Unos se van para que entren los jóvenes, pero desde el vestuario se descarta una revolución porque tampoco es necesaria. Retoques sí, pero sin perder el rumbo.
Después de un largo viaje desde Curitiba con parada técnica en Gran Canaria para repostar, la expedición ha aterrizado al mediodía en Madrid. El vuelo no ha tenido nada que ver con el de las últimas grandes citas, descartado el champán y la jarana. Más bien todo lo contrario, caras largas y algún momento de tensión.
En la zona mixta de Curitiba, después de la irrelevante goleada a Australia (3-0), Jordi Alba amenazó a un periodista justo después de que Cesc Fábregas, Gerard Piqué y Diego Costa desfilaran a la carrera y vestidos de paisanos. No regresaron con el equipo en otro episodio que resume cómo ha sido este Mundial.
Se torcieron las cosas desde que David Silva perdonó a Holanda y desde entonces ya nada se supo de la gran España. Fue una caricatura de equipo que salió goleada de Salvador de Bahía y luego, cuando se jugaba la vida, no fue capaz de remontar el vuelo. En Maracaná, el escenario por excelencia del fútbol, se terminó una era con la derrota ante Chile (2-0).
El Mundial duró sólo seis días para España, que ni siquiera fue capaz de llegar con alguna mínima opción a la tercera jornada. Desde que quedó eliminada, todo han sido pequeños incendios que han dinamitado el concepto idílico que se tenía del grupo. Xabi Alonso destacó que faltaba hambre y que mentalmente no habían estado preparados, Cesc enfadó a Del Bosque por su falta de tensión en un entrenamiento y para rematar está el desagradable episodio de Alba en la zona mixta.
Respiro hasta septiembre
La selección se toma un respiro y no volverá a competir hasta el 4 de septiembre, fecha en la que está programado un amistoso con Francia en París. Después, el día 8, se celebra el primer encuentro de clasificación para el Europeo de 2016. Será en el Ciutat de Valencia contra Macedonia.
Falta por ver si por entonces sigue siendo Vicente del Bosque el seleccionador. Tiene previsto tomarse unos días de reflexión para desvelar, no muy tarde, cuáles son sus intenciones. La Federación quiere que siga pese al desastre de Brasil y el vestuario reclama públicamente su continuidad.
Hasta aquí el torneo de España, que se resume de forma contundente: ha sido el peor Mundial de la historia con un partido ganado, dos perdidos y una diferencia de goles de -3. La campeona no actuó como tal y necesita oxigenarse.





