Aunque no se supiera, el partido se decidió al acabar el partido de Argelia contra Bélgica. Los medios de comunicación argelinos se lanzaron como fieras sobre su selección reprochándoles una actitud defensiva que les llevaría a la derrota. Tomaron nota en el conjunto africano y frente a Corea salieron, no solo de forma ofensiva, sino mordiendo. [Así narramos el Corea del Sur-Argelia]
Corea, blandita y frágil, se comió el partido enseguida. Arrasados por la velocidad del rival, en dos minutos perdieron el encuentro. Fallaron sus dos centrales en el primer gol y el portero en el segundo para dejar listo el choque. Luego, Djabou marcó el tercero mientras que los coreanos se hundían sin nada a que aferrarse. Lentos, opacos y sin mordiente, eran devorados por los feroces argelinos, superiores en todo.
Corea salió con todo en la segunda mitad, echó el resto y acortó distancias hasta que una gran jugada entre Feghouli y Brahimi acabó con un golazo del jugador del Granada que dejó listo el partido.






