Hay aficiones famosas por la pasión a la hora de vestir los colores de su equipo. Otras son famosas por su lealtad o por el estruendo que provocan en las gradas. Pero hay algunas que son célebres por su violencia.
Una de ellas está relacionada con tiroteos, saqueos y robos, además de con numerosos enfrentamientos con la policía, tanto fuera como dentro del estadio. «Los 12» de Boca Juniors pueden estar tan presentes en un estadio, que el presidente del club, Alberto J. Armando, les designó oficialmente como el jugador número doce en la década de los sesenta. Sin embargo, se trata de uno de los grupos más antiguos. Nació en el año 1925 cuando un aficionado que viajaba con el equipo decidió crear una asociación para financiar la gira.
«Ultra Bad Boys» del Estrella Roja
En Belgrado (Serbia) no siempre hay opción de jugar un mal partido. La afición puede saltar al campo para golpear a los jugadores si el equipo no gana. O si no está jugando bien. Así ocurre con «los chiscos malos», una de las asociaciones de aficionados más peligrosas. Entre sus símbolos y figuras adoradas, figuran el exdictador serbio Slobodan Milosevic y el criminal de guerra «El Tigre de Arkan».
«Los irriducibili» de la Lazio
Este grupo de ultraderechistas y nacionalistas muestra pancartas con esvásticas en los partidos. Y hacen el saludo fascista de la Italia de Mussolini. También han importado del totalitarismo el característico racismo fascista, y entre sus filas no hay judíos ni personas negras. Un exjugador del equipo, Paolo Di Canio, es conocido por haberse dirigido en un partido con el saludo romano a los aficionados.
Aficionados de la Lazio separados de los seguidores de la Roma por un cordón policial
«Garra blanca», del Colo-Colo
Fueron los primeros de Chile en llamarse «barras bravas» (término utilizado en América Latina para definir a los grupos más radicales dentro de los seguidores de un equipo de fútbol). Siempre llevan la cara pintada y gorros de distinto diseño con el escudo del club. Han provocado numerosos altercados tanto dentro como fuera de los estadios, hasta el punto de que algunos de sus miembros tienen prohibida la entrada a recintos deportivos.
«Green Monsters» del Ferencváros
En Hungría también hayu problemas con los hinchas violentos. Desde los años 90, este grupo canta temas antisemitas durante los partidos, y en alguna ocasión algunos de sus miembros han sido responsables de apuñar a aficionados rivales o golpearlos cuando el equipo pierde.
«Chelsea Headhunters»
Este grupo de británicos blancos, no hay ninguno de otra raza, «defiende» al Chelsea haciendo gala de ideología ultra fascista. Muchos de ellos no pueden entrar en los estadios después de que se haya vetado su entrada por desórdenes violentos. En otros casos, han cumplido penas de prisión. En los años 70 se llamaban a sí mismos los «Chelsea Shed Boys», pero en los años 80 adquirieron el actual.
Violencia, fútbol y Fascismo se unen en los «Chelsea Head Hunters»
«Los borrachos del tablón» del River Plate
Este grupo argentino es uno de los mejor organizados. Cuando su equipo bajó a Segunda División en el 2011, estos «aficionados» destrozaron el mobiliario del estadio y el de las oficinas administrativas. Nacieron en la década de los 70.
«Ultra sur» del Real Madrid
Nacieron en los 80 y ocupaban la grada sur del Santiago Bernabeu hasta que el club les retiró los abonos en el año 2013 y los dispersó a varias zonas del estadio. Son conocidos por hostilizar a sus rivales con gritos o lanzando objetos desde el graderío. Durante esta temporada han vuelto a aparecer en otras zonas del estadio y se han dedicado a increpar a los nuevos miembros de la parte sur del capo, la denomindad grada joven de animación, creada por el presidente del club, Florentino Pérez, con la intención de hacer desaparecer a los ultras.






