Marco Oneto es la estrella y capitán de la selección de Chile. Pero en su país el balonmano no tiene el apoyo ni la categoría que merece el de Viña del Mar. Por eso emigró a España con 17 años. De la cantera del Barcelona, pasó al Costa Blanca, estuvo tres temporadas en el Cangas, dos en el Bidasoa, otra más en el Naturhouse La Rioja antes de volver al Barcelona. Sus ansias de mejorar le llevaron después al Veszprem húngaro y, con 32 años, sigue dando guerra en la Bundesliga.
Por eso el enfrentamiento de hoy ante España (15.oo horas, TDP) será complicado, diferente, sentimental. "Conozco a todos los de la selección, quizá se me escapen uno o dos, pero o he jugado con ellos o contra ellos. Y con la mayoría he compartido vestuario durante mucho tiempo. Será un partido especial y divertido", afirmaba. "El Barcelona fue un tope en mi carrera, lo gané todo y dejé muchos amigos, mucha gente de confianza. El médico, por ejemplo, desde que llegué con 17 años hasta hoy, es mi consultor".
Sabe que su equipo no tendrá demasiadas opciones ante la selección española pero hará lo posible por ponerle las cosas difíciles a su rival: "España está en buena forma, aunque sufrió contra Brasil, es lo que intentaremos hacer. España es un equipo muy conjuntado, buena combinación de jóvenes, medios y mayores, con mucha calidad. Tenemos claro que será muy difícil, pero tenemos que contar con nuestras cartas, el despiste, la sobreconfianza del rival...".
En Chile el balonmano no tiene demasiado arraigo y pocos son los jugadores profesionales. Solo cuatro compiten fuera de las ligas domésticas y se estrenan siete en una competición de este calibre. "Da igual, tenemos que ir cara a cara contra todos. Ya es un éxito estar aquí y por supuesto el objetivo es ganar algún encuentro y mejorar nuestra actuación de las temporadas pasadas. Esta experiencia les va a servir muchísimo, pero se tienen que dar cuenta de que esto no es América, no se puede entrar al partido y dejar diez minutos de relax. De lejos esta es la oportunidad que tiene Chile para entrar en unos Juegos, ahora y en mucho tiempo".
Además de la labor dentro de la pista, Oneto trabaja para mejorar las condiciones del balonmano en su país. Tiene un programa junto a la Federación con el que ha logrado llevar a tres juveniles a Alemania: "Utilizar nuestros contactos para abrir la puerta a los jóvenes, que lo tengan un poco más fácil de lo que lo tuvimos nosotros".




