El central de la selección española de balonmano Chema Rodríguez no ocultó su enfado por el arbitraje de los eslovenos Krstic y Ljubic, quienes, a su juicio, fueron determinantes en la derrota del equipo español ante Francia (22-26), en la semifinal del Mundial de Catar.
"Omeyer ha estado muy bien pero yo tengo otra perspectiva de quién ha decidido el partido. Francia ha estado muy bien, su portero también y algunos más también lo han estado", declaró el jugador del Vezsprem húngaro a los periodistas.
"En un área se sancionaban las faltas al pivote y en el otro no; en un lado del campo eran dos minutos y en el otro no; en un área se señalan penaltis y el otro no. A lo mejor como estoy dentro no soy objetivo, pero esto es lo que hay. Nosotros hemos hecho nuestro partido, hemos luchado hasta el final pero no hemos podido", añadió. No quiso añadir nada Julen Aginagalde con respecto al tema de los árbitros: "Mejor callar, porque no quiero perjudicar al equipo. Sabíamos que para ganar había que hacer un partido perfecto y no lo hemos hecho, por lo que prefiero centrarme en los que no hemos hecho para ganar y no entrar en cuestiones externas".
Lo que sí reconoció fue el cansancio y la tristeza del equipo tras la derrota: "El vestuario está jodido, pero hay que levantarse y ganar esa medalla de bronce. Yo estoy muy orgulloso de este equipo, porque juegue mejor o peor siempre lo da todo. Estoy seguro de que va a dar la vuelta a esta situación y hará todo lo posible por ganar esa medalla", señaló Aginagalde.
También para Chema Rodríguez lo importante ahora es recuperarse "anímicamente" del mazazo que supuso caer en la semifinal, lo que impedirá al equipo defender el título logrado hace dos años en Barcelona, y centrarse en el duelo con Polonia por el tercer y cuarto puesto. "El bronce siempre es para el que se recupera antes anímicamente y el que sale más convencido de ganar esa medalla. Nos queda un día por delante para recuperarnos y salir a tope ante Polonia", concluyó.




