Operación salida de la Semana Santa 2023: estas son las multas de la DGT por radares

En primer lugar, es importante tener en cuenta que la velocidad máxima permitida depende del tipo de vía en la que se circule. En las autopistas y autovías, la velocidad máxima es de 120 km/h, mientras que en carreteras convencionales, la velocidad máxima es de 90 km/h. En zonas urbanas, la velocidad máxima es de 50 km/h, aunque en algunas vías puede ser menor. Además, existen limitaciones de velocidad especiales en ciertas zonas, como las zonas escolares o las zonas de obras, donde la velocidad puede ser aún menor.

En cuanto a las multas, el exceso de velocidad está sancionado por la Ley de Seguridad Vial. De hecho, el exceso de velocidad también puede llevar a la pérdida de puntos del carné de conducir. En España, cada conductor dispone de 12 puntos en su carné de conducir, que se pueden perder en función de las infracciones cometidas. En el caso del exceso de velocidad, la pérdida de puntos dependerá de la velocidad a la que se circule y del tipo de vía en el que se cometa la infracción.

Por ejemplo, si se circula a una velocidad entre 31 y 50 km/h por encima del límite permitido en autopista, la multa será de 300 euros y se perderán 2 puntos del carné de conducir. Si la infracción se comete en una carretera convencional, la multa será de 100 euros y se perderá 2 puntos del carné. En zonas urbanas, la multa será de 100 euros y se perderán 2 puntos del carné.

Si se circula a una velocidad superior a 50 km/h por encima del límite permitido en autopista, la multa será de 600 euros y se perderán 6 puntos del carné de conducir. En una carretera convencional, la multa será de 500 euros y se perderán 6 puntos del carné. En zonas urbanas, la multa será de 600 euros y se perderán 6 puntos del carné.

Es importante recordar que las multas y pérdida de puntos del carné de conducir no son las únicas consecuencias del exceso de velocidad. Además de poner en riesgo la seguridad vial, el exceso de velocidad puede llevar a graves accidentes de tráfico que pueden resultar en lesiones e incluso en la pérdida de vidas humanas.

En este sentido, resulta fundamental que los conductores respeten los límites de velocidad establecidos en las distintas vías y que adapten su velocidad a las condiciones meteorológicas y de tráfico. Además, es importante recordar que los límites de velocidad son una referencia, pero no una obligación. Los conductores siempre deben adaptar su velocidad a las circunstancias concretas de cada momento.