La normativa de la DGT para conducir patinetes eléctricos y evitar multas de hasta 1.000 euros: ropa reflectante, casco y seguro

Con este fin, la DGT ha trabajado en estrecha colaboración con los Ayuntamientos y otros actores para desarrollar normativas específicas. Ya en 2021, la Ley de Tráfico introdujo la obligación de llevar casco de protección. Una medida que, junto con otras creadas a partir de entonces, reflejan el compromiso de la DGT con la seguridad vial y su adaptación a las nuevas realidades de movilidad.

La normativa de la DGT establece directrices claras para el uso de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), incluidos los patinetes eléctricos, con el objetivo de reducir el riesgo de accidentes y garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía. Se prohíbe expresamente el uso de aceras, zonas peatonales, autopistas, autovías y túneles urbanos para los patinetes eléctricos. Estos vehículos están autorizados a circular solamente por calzadas urbanas o vías que los Ayuntamientos designen específicamente.

La normativa establece que la velocidad máxima de un patinete eléctrico debe ser de 25 km/h, contribuyendo así a la seguridad tanto de quienes los conducen como de los peatones. Además de los límites de velocidad, el cumplimiento de ciertos requisitos técnicos es esencial. Cada patinete eléctrico debe estar equipado con sistemas de frenado efectivos, un timbre para advertir a los demás usuarios de la vía y luces reflectantes en la parte delantera y trasera del vehículo.

Uno de los elementos de seguridad más importantes es el uso del casco de protección. Aunque algunas ordenanzas municipales pueden variar, la DGT establece la obligación de llevar casco al conducir un patinete eléctrico, independientemente de si la ordenanza local lo requiere o no. Esta medida busca reducir el riesgo de lesiones graves en caso de caídas o colisiones.

Otro aspecto clave para la seguridad vial es la visibilidad, especialmente en condiciones de baja luminosidad o durante la noche. La DGT exige el uso de prendas reflectantes en estas circunstancias para aumentar la visibilidad del conductor y, por lo tanto, disminuir la probabilidad de accidentes. Estas prendas reflectantes son una medida proactiva que fomenta una convivencia más segura entre los diferentes usuarios de la vía.

La normativa también establece sanciones en caso de incumplimiento. Conducir un patinete eléctrico bajo los efectos del alcohol o las drogas puede resultar en multas significativas, que oscilan entre 500 y 1.000 euros, dependiendo de la tasa de alcohol o la naturaleza de la sustancia. En caso de dar positivo, el vehículo puede ser inmovilizado.

El uso del teléfono móvil mientras se conduce un patinete eléctrico también está penado con una multa de 200 euros, al igual que no llevar casco, utilizar auriculares o circular durante la noche sin prendas reflectantes.

Otro aspecto a tener en cuenta es la importancia de mantener los patinetes eléctricos en condiciones óptimas es esencial para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento. Piezas rotas, baterías deterioradas o neumáticos en mal estado pueden aumentar los riesgos en la vía. Realizar revisiones periódicas y un mantenimiento adecuado asegura que el vehículo funcione de manera segura y confiable.