Qué es el AdBlue y por qué es obligatorio en coches diésel

Para cumplir con la normativa Euro 6 de 2014, los fabricantes de automóviles tuvieron que buscar una solución para controlar las emisiones de los coches con motor de gasoil. Y la solución que encontraron es el AdBlue, un aditivo que se incorporaba en un depósito de urea y agua que, mezclado con los gases del motor, servía para reducir su efecto contaminante y cumplir así con las duras restricciones europeas.

El sistema de AdBlue de un vehículo comprende otros elementos principales, como el catalizador SCR (Selective Catalytic Reduction), que es donde se lleva a cabo el proceso de reducción de emisiones, y el propio depósito contenedor.

La normativa europea Euro 6 entró en vigor el 1 de enero de 2014, y desde entonces todos los vehículos diésel fabricados a partir de esa fecha están obligados a contar con un sistema AdBlue incorporado de fábrica. Y no sólo se trata de los coches, sino de furgonetas, tractores, camiones o autobuses.

Normalmente los coches cuentan con un depósito de este componente de unos 12-16 litros, que suele necesitar ser rellenado tras unos 20.000 kilómetros. El precio de un litro de este componente es de unos sesenta céntimos de euros.

Los problemas más comunes asociados a los coches con AdBlue son la falta de este aditivo y problemas en el catalizador. El inconveniente es que el sistema reconoce este fallo y reduce las prestaciones del coche, reduciendo potencia y respuesta del motor.