Schlörwagen: el coche más aerodinámico del mundo

Las marcas actuales buscan los mejores coeficientes aerodinámicos para sus coches, pero allá por los años 30 prácticamente todos los constructores seguían el mismo patrón de diseño, en el que este coeficiente no era tenido en cuenta. Pero un ingeniero, Karl Schlör, se decidió a estudiar el factor aerodinámico, dando como resultado el diseño Schlörwagen de 1939.

Este coche ha mantenido a lo largo de la historia como el más aerodinámico del mundo, con un coeficiente de 0,186. Una cifra que impresiona hoy en día, sorbe todo si lo comparamos, por ejemplo, con un vehículo actual como el Tesla Model 3, con un coeficiente de 0,21, o con un Mercedes-Benz EQS, con un CX de 0.20.

El Schlörwagen tenía un aspecto muy particular, con forma de huevo. Su carrocería era de aluminio, y el diseño estaba basado en las alas de los aviones, montado sobre el chasis de un Mercedes-Benz 170H, con el motor situado en la parte trasera. Medía 4,33 metros de largo y 1,48 de alto, con una distancia entre ejes de 2,6 metros. El prototipo alcanzó en sus pruebas una velocidad máxima de 135 km/h, y un consumo de 8 litros a los 100 km, casi un 40% menos que los vehículos de la época.

Pero el vehículo tenía un problema, ya que si bien lo a avanzado de su diseño le conferían un coeficiente aerodinámico muy bajo, precisamente su forma y el hecho de llevar el motor en la parte trasera lo hacían muy vulnerable a los vientos cruzados, resultando peligroso y complicado conducirlo.

El Schlörwagen se presentó en el Salón del Automóvil de Berlín de 1939 y causó una gran expectación, pero el público lo criticó por considerarlo muy feo. Estas críticas y el inicio de la II Guerra Mundial impidieron que el coche llegase a ser fabricado en serie.