M6GT, el coche de calle de Bruce McLaren
Si bien para el común el McLaren F1 del año 1992, concebido por Gordon Murray, es el primer McLaren de calle, hay que irse décadas atrás para descubrir el modelo de la firma británica que merece este título
Bruce McLaren, junto al primer M6 GT que utilizaba para sus desplazamientos personales
Estamos en el año 1958. Bruce McLaren, un jovencísimo piloto ha ganado el «NZIGP Driver to Europe» proyecto para llevar a Europa un piloto neozelandés de F1. Así, el 3 de agosto encontramos al jovencísimo McLaren al volante de un Fórmula 2 en la salida ... del Gran Premio de Alemania (corrían F1 y F2 mezclados), en el viejo y terrorífico Nurburgring. Y no lo hizo nada mal: pasó la línea de llegada con su Cooper Climax en quinta posición. Y en la temporada siguiente, el 12 de diciembre en Sebring (Estados Unidos), con 22 años, se convierte en el, hasta entonces, piloto más joven que gana un Gran Premio con 22 años y 104 días, récord que no será batido hasta que Fernando Alonso gana (con 22 años y 26 días) el Gran Premio de Hungría de 2003.
El M6 GT personal de Bruce, en una exhibición de homenaje a su creador
Permanecerá en Cooper hasta 1966, año en que gana para Ford las 24 Horas de Le Mans junto a Chris Amon, con un GT40 MKIV.
Y ese mismo año funda, con Teddy Mayer, McLaren Racing. Esto supone un notable cambio en la vida del neozelandés, que ya no solo es un piloto, sino que se convierte (tenía formación de ingeniero) en el creador de sus coches y, además, en director de equipo. Con los monoplazas que llevan su nombre, debuta en el GP de Mónaco de 1966 y logra el primer triunfo en 1968, en el GP de Bélgica. Esa misma temporada su compañero de equipo, otro neozelandés, Dennis Hulme, gana los GP de Italia y Canadá.
El origen de la idea
En 1967 los McLaren M6A que corren en el continente americano la famosa Can-Am, ganan cinco de las seis carreras que conforman la temporada. Sobre este coche, Bruce tiene la idea de desarrollar el M6B GT, un coche cerrado conforme al reglamento del entonces Grupo 4 de la FIA, para la temporada de Resistencia de 1968. El trabajo se encarga a la empresa Trojan donde un tal Jim Clark (no confundir con el piloto) se encarga de convertir la barqueta M6A en un M6B GT de conducción interior. Pero en pleno proceso de transformación, la FIA añade a su reglamento que para ser homologado en Grupo 4 sport de hasta 5 litros hacen falta 25 unidades producidas en doce meses consecutivos. Para una empresa pequeña como la de Bruce, esto es un reto imposible.
Uno de los dos M6 GT construidos por Trojan, fue utilizado por David Prophet
Pero el proyecto le lleva a pensar en un McLaren de calle derivado del M6B GT. El objetivo es que este coche de motor central (un V8 Ford o Chevrolet, de 7 litros de cilindrada), del que se piensan fabricar 250 unidades al año, sea más rápido que sus rivales directos: Ferrari, Lamborghini y Maserati. Y al tiempo, el disponer de un motor V8 de gran difusión (más barato y de fácil mantenimiento), le puede permitir a Mclaren vender su coche muy por debajo del precio de los sofisticados italianos.
La idea era comercializar el coche en los Estados Unidos a través del distribuidor de Ferrari para América del Norte, pero también en Suiza, Bélgica, Holanda, Arabia Saudí y España.
Manos a la obra
Bruce se pone manos a la obra y construye el primer M6 GT. Estructuralmente, la parte central era un monocasco de aluminio con los depósitos de combustible en los laterales. Las suspensiones estaban directamente derivadas del M6B así como la dirección. El habitáculo tenía todo el aspecto de un coche de competición ligeramente civilizado: asientos con más relleno e instrumentación propia de un modelo de calle. La zona del motor también es muy de carreras, salvo la enorme caja cromada del filtro del aire que cubre el carburador Holley de cuádruple cuerpo, que alimenta los 5,7 litros Chevrolet (cerca de 400 CV y de 270 km/h de velocidad punta…). El cambio era un ZF de cinco relaciones, más ligero y fácil de manejar que los duros Colotti de los McLaren de carreras.
El coche, con el chasis numerado BMR M6GT, estaba matriculado con la placa «OBH 500 H». El propio Bruce McLaren se ocuparía personalmente de poner a punto este primer GT, alternándose a su volante con Dennis Hulme tanto en carretera como en pista. También lo utilizaba para desplazarse a los circuitos donde, verlo en el paddock, era todo un espectáculo.
Bruce McLaren, junto a su hija Amanda, en una estampa familiar
Fruto de estas pruebas, un segundo prototipo ya estaba tomando vida en la mesa de dibujo de Bruce. Para reducir los ruidos aerodinámicos, había suprimido la gran salida de aire del radiador delantero característica del primer M6GT, y los umbrales de las puertas eran menos anchos para facilitar el acceso al interior. El diámetro de las ruedas era igual delante que detrás e incluso estaba previsto un hueco para la rueda de repuesto.
El drama
Pero todo se quedó en eso, en papel. El 2 de junio de 1970, en el circuito de Goodwood, Bruce McLaren se pone al volante de un M8D. También debería estar Dennis Hulme, pero se ha quemado las manos con el metanol del combustible del coche de Indianápolis. Se trata de dar los últimos retoques al nuevo coche para la Can-Am, con un motor V8 Chevrolet de 7,2 litros y 670 CV, mucho más potente que los F1 de la época. La reglamentación de la Can-Am ha cambiado y los grandes alerones elevados (al igual que en la F1 en la temporada anterior) se han prohibido.
Así el M8D cuenta con un nuevo alerón trasero más bajo y encajado en dos soportes que salen del capó trasero. Este elemento aerodinámico precisa una serie de ajustes que centran gran parte del trabajo de esa jornada. El M8D sale de nuevo a la pista. Rueda muy rápido cunado se aproxima a la curva de Lavant Straight. De pronto, se desprende el capó posterior y el coche se desequilibra. Bruce McLaren no puede impedir la salida de la pista y choca violentamente contra la base de cemento de un puesto de comisarios que estaba previsto demoler… Bruce muere en el acto y su desaparición supone el final del proyecto GT.
Epílogo
El M6 GT permanece en McLaren Racing durante un tiempo, antes de ser comprado a medias por Dennis Hulme y Phil Kerr, este último director general adjunto y director del equipo de F1 de McLaren Racing y, al igual que Dennis, amigos y, sin duda, dos de las personas más próximas a Bruce.
En 1972, es llevado desde el reino unido a Nueva Zelanda, donde se expone en un museo de Auckland. Luego es guardado en el garaje de Kerr durante varios años. Dennis y Phill, rechazan muchas ofertas de compra: para ellos el M6 GT es mucho más que un coche, es un vínculo sentimental con su amigo desaparecido.
Sin embargo, un piloto y aficionado a los clásicos, Steve Dyamand, tras muchas conversaciones, logra convencer a Hulme y a Kerr para que le vendan el coche en 1990. Se rompía así el último vínculo que unía el M6 GT a Bruce McLaren, su creador, y al entorno en el que nació.
Este M6 GT fue fabricado por el propio Bruce, pero también se hicieron otros dos McLaren GT en el taller de Trojan. Uno de ellos fue utilizado en competición por el piloto David Prophet. El segundo, con un motor Chevrolet de 6,5 litros y 470 CV, fue vendido en subasta y matriculado en California. Sufriría un importante accidente. Hay otros McLaren GT fabricados con piezas de la marca, pero solo los tres mencionados son los considerados auténticos GT.
En 1992 nacería el McLaren F1, concebido por el genial Gordon Murray. En cierta forma el proyecto de Bruce de un coche de calle se hizo realidad. Pero eso, ya saben, es otra historia.
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