Esta es la nueva app que localiza los radares «ocultos» de la DGT. ¿Es legal usarla?

Al menos hasta ahora. Internet se ha llenado de comentarios sobre una reciente aplicación llamada HeliCops, y aunque su uso se corresponde a los coches Tesla, también es funcional en vehículos con navegador. Esto significa que se puede utilizar en los móviles. Su creación se apoya de ADSBExchange, una plataforma que permite el acceso a la información referida a los vuelos y el tráfico aéreo.

Así que, el usuario que ha lanzado este nuevo rastreador, ha anunciado que si este tiene éxito, desarrollará una aplicación única para dispositivos iOS y Android.

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La app ofrece un rastreo preciso en tiempo real de los helicópteros de la DGT. Muestra la ubicación de los radares aéreos y además su uso es privado, lo que significa que la localización no se almacena y el uso por parte de los usuarios es totalmente anónimo.

Sin embargo, no está claro que su uso sea legal. Recordar, que la DGT solo permite emplear los denominados avisadores de radares de aplicaciones como las anteriormente mencionadas (Google Maps o Waze), ya que utilizar detectores (como podría ser HeliCops) es ilegal e implica una sanción de 200 euros y la pérdida de tres puntos del carnet de conducir.

En realidad la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene una postura muy clara y contundente respecto a los detectores e inhibidores de radares de tráfico. Existen diferencias entre ambos tipos de dispositivos.

Los detectores de radares son dispositivos diseñados para alertar al conductor sobre la presencia de radares fijos o móviles a lo largo de la vía. Aunque no interfieren en el funcionamiento de los radares, su uso está prohibido porque facilitan que los conductores infrinjan los límites de velocidad. La sanción por llevar un detector de radar en el coche asciende a 500 euros y la retirada de 3 puntos del carnet de conducir.

Los inhibidores de radares son dispositivos que emiten señales que interfieren con el funcionamiento de los radares, impidiendo que detecten la velocidad de los vehículos. Su uso es aún más grave que el de los detectores, ya que interfiere directamente con el funcionamiento de los sistemas de control de velocidad, poniendo en riesgo la seguridad de todos los usuarios de la vía.

La posesión y el uso de inhibidores de radares están penados con multas elevadas, de hasta 6.000 euros, y la pérdida de 6 puntos del carnet de conducir. Además, los talleres que instalen estos dispositivos también pueden ser sancionados.