La historia del legendario V12 que revolucionó la producción de Lamborghini

Con motivo de este aniversario, Lamborghini ha devuelto el primer Countach LP 400 a la línea de producción en la que se creó, y donde hoy se produce el Lamborghini Revuelto.

El Lamborghini Countach LP 500 se presentó el 11 de marzo de 1971 en el Salón del Automóvil de Ginebra, como concept car, y su éxito inmediato facilitó la decisión de convertirlo en un modelo de producción.

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Fueron necesarios varios prototipos y tres años de desarrollo técnico e intensas pruebas en carretera para tener listo el modelo de producción, el Countach LP 400. Al tiempo que se desarrollaba, se trabajó en Sant'Agata Bolognese para crear la línea de producción en la que se fabricaría el Countach.

Este era otro aspecto en el que el Countach era revolucionario: por primera vez en la historia de la marca la carrocería se fabricaría de forma interna. Hasta ese momento, los vehículos Lamborghini se fabricaban en dos lugares distintos: Lamborghini producía las piezas mecánicas y diferentes carroceros construían la carrocería y la enviaban a Sant'Agata Bolognese para ensamblarla con el chasis y los componentes mecánicos. La decisión de trasladar la producción de la carrocería a la fábrica de Lamborghini tuvo un impacto inmediato y significativo en el crecimiento de la empresa.

La fábrica original de Lamborghini comprendía un área de 12.000 m2. Su construcción se inició en 1963 y finalizó en 1966, momento en el que la caja de cambios y el diferencial comenzaron a ser fabricados internamente. La fábrica incluía la zona de producción, las oficinas, las salas de pruebas y el taller de servicio. Contaba con dos líneas de producción: una para los motores y las piezas mecánicas, y otra para el ensamblaje de los automóviles. El 18 de octubre de 1968, Lamborghini anunció la finalización de la construcción de tres nuevos edificios industriales, que ampliarían la factoría en 3.500 m2.

En la actualidad, la fábrica es notablemente diferente y cubre un área total de 346.000 m2, aunque el lugar donde se ensamblaba el Countach, denominado «No.1 Countach Assembly Line», sigue siendo el mismo, y es donde se produce el Revuelto, el nuevo vehículo enchufable con motor de 12 cilindros de Lamborghini. Durante los años del Countach, la línea de ensamblaje era simple y a pequeña escala; todas las operaciones se realizaban manualmente. Los paneles de la carrocería se moldeaban y luego eran verificados en una plantilla de madera antes de ser soldados y ajustados en el molde de la carrocería. Este tratamiento final era esencial, dado que aunque cada pieza parecía idéntica a las demás, era ligeramente diferente, al haber sido producida y ensamblada a mano. La carrocería completa, todavía en aluminio en bruto, se montaba sobre con el chasis. Esta unidad, colocada en un carro industrial que circulaba sobre raíles, viajaba entre las distintas estaciones de ensamblaje, donde se le incorporaban las diferentes piezas mecánicas.

El Countach también fue el primer modelo en el que participó el Departamento de Tapicería de Lamborghini, que al principio solo se ocupaba de la instalación y el montaje de los interiores, en colaboración con proveedores externos. Con el tiempo pasó a ser completamente autónomo, incluso en lo que respecta a la tapicería de cuero y las costuras, convirtiéndose en una parte esencial de la personalización que Lamborghini sigue ofreciendo en la actualidad a sus clientes a través del programa Ad Personam.

Hoy en día, la línea de producción ha cambiado, al igual que la maquinaria y los materiales utilizados, y es mucho más organizada, eficiente y ergonómica. Mientras en los años 70 se utilizaba aluminio, ahora hay fibra de carbono, que también se produce en la planta de Sant'Agata Bolognese. Lo que no ha cambiado es la pasión y el cuidado con el que los operarios fabrican los nuevos coches.

Medio siglo separa al Countach y al Revuelto, y durante este tiempo los volúmenes también han cambiado: en los 16 años de producción del Countach se fabricaron 1.999 unidades; los 11 años de producción del Diablo tuvieron como resultado 2.903 unidades; los nueve años del Murciélago generaron 4.000 coches; y los 11 años del Aventador, más de 11.000. A pesar de estas diferencias, unidas por el lugar de producción, hay muchas características comunes entre el Countach y el Revuelto.

En primer lugar, la configuración técnica general es la misma, con un motor trasero de 12 cilindros en posición longitudinal. Sin embargo, el Revuelto también incluye el paquete de baterías, lo que ha necesitado el desplazamiento de la caja de cambios a la parte trasera del motor V12.

La configuración del puesto de conducción es la misma, al igual que las puertas de «tijera», que se vieron por primera vez en el Countach antes de convertirse en un rasgo distintivo de los Lamborghini V12. Es más, la sutil línea visual que discurre desde el paragolpes delantero hasta el alerón trasero, pasando por el techo del habitáculo, se conoce como la «línea Countach»; un rasgo estilístico inconfundibles que ha mostrado una extraordinaria continuidad desde el Countach al Diablo, y luego al Murciélago y al Aventador.