Los coches usados invaden los concesionarios

A finales del verano pasado, los usados «tocaron fondo» y era difícil encontrar el coche buscado, con una oferta limitada de 216.000 unidades que se ha recuperado hasta las 239.000 al cierre del año. Ahora bien, sigue siendo todavía un 44% menos que hace tres años, cuando el comprador podía acceder al doble de unidades a la venta: 460.000.

Una mayor oferta con un claro condicionante: hacerse con un coche usado es un 25% más caro que hace tres años. Si en 2020 el comprador pagaba 17.000 euros de media por un usado de combustión, a día de hoy debe rascarse el bolsillo y desembolsar 21.264 euros, un 25% más. Sucede lo mismo con los vehículos electrificados, hoy un 26% más caros y por encima de los 33.000 euros.

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Esta situación hace que los españoles se lo piensen dos veces y retrasen la compra de un coche: más de tres meses (unos 100 días) en comprar uno de combustión, cuando apenas seis meses antes era de unos 60 días.

De hecho, esta parsimonia se deja notar ya en los concesionarios, que vieron cómo sus ventas de usados cayeron un 5,6% en 2022, desplomándose un 9% en noviembre y diciembre, según datos de MSI.

Según Ignacio García Rojí, portavoz de Autoscout24, «la caída del apetito por comprar un coche usado es la consecuencia de los altos precios y de haber una mayor disponibilidad de vehículos nuevos. Pero precisamente ahora es un buen momento para comprar uno de segunda mano, especialmente modelos de kilómetro cero, que se erigen en oportunidades muy atractivas en relación calidad-precio, haciendo que un comprador indeciso, de los muchos que hay ahora, acabe dando el paso para su adquisición».