Volvo V40, primer airbag para peatones

Siete sensores y una avanzada centralita activan un novedosoairbag que se despliega a gran velocidad en la zona del parabrisas. Estos son algunos de los principales elementos de la tecnología de airbag para peatones que Volvo Car Corporation estrena en su nuevo V40, primicia en el sector.

Sólo en China, el 25 % de los muertos en accidentes de tráfico son peatones. En Europa, la cifra es del 14 % y en Estados Unidos, del 12 %. Y el número de peatones lesionados es muchísimo mayor. Los traumatismos craneoencefálicos más graves en atropellos de peatones son producidos por la estructura rígida que hay bajo del panel del capó, el montante inferior del parabrisas y los montantes o pilares frontales, conocidos como pilares A (sorportan el parabrisas a ambos lados).

Estas son algunas de las consideraciones que Volvo Car Corporation tuvo en cuenta al comenzar a desarrollar su tecnología de airbag para peatones. El sistema fue una primicia mundial cuando se presentó el nuevo V40 en Ginebra, a principios de este año. El coche ha sido mostrado ahora en el Salón de Madrid, poco antes del arranque de su comercialización en nuestro país.

«Estamos muy orgullosos de poder ofrecer un vehículo con airbag para peatones. El objetivo de este elemento es ayudar a proteger a los peatones en aquellas situaciones en las que impactan contra el capó y el área del hueco del limpiaparabrisas y el montante A, donde puede haber riesgo de graves lesiones en la cabeza», afirma Thomas Broberg, technical senior de seguridad de Volvo Car Corporation.

Como muestra el vídeo sobre estas líneas, siete sensores integrados en la parte delantera del vehículo transmiten señales a una unidad de control. Cuando el vehículo entra en contacto con un objeto, la señal cambia. La unidad de control evalúa las señales y si registra lo que interpreta como una pierna humana despliega el airbag para peatones.

Las bisagras del capó están dotadas de un mecanismo pirotécnico que, cuando se activa el sistema, extrae un pasador y libera la parte trasera del capó. Al mismo tiempo, el airbag se activa y comienza a llenarse de gas. Durante la secuencia de inflado, el airbag levanta el capó. Se alza diez cm y queda en esa posición, en un plano menos lesivo para los viandantes.

El hueco creado entre el capó y los componentes rígidos del compartimento del motor deja espacio para que el capó se deforme, lo que genera un efecto amortiguador cuando lo golpea un peatón.

«Tiene una doble función: levanta el capó para generar una distancia entre el capó y los componentes rígidos del motor y amortigua el impacto del peatrón contra las partes rígidas que hay junto al parabrisas», explica Broberg.

Cuando está totalmente inflado, el airbag cubre todo el hueco del limpiaparabrisas, aproximadamente un tercio del parabrisas y la parte inferior de los montantes A, como ilustran las imágenes. La secuencia completa, desde la activación del sistema hasta el inflado total, tarda unas centésimas de segundo. El sistema se activa entre 20 y 50 km/h. El 75 % de todos los accidentes con peatones se producen a un máximo de 40 km/h. «Desarrollamos la tecnología utilizando simulaciones por ordenador con dummies de piernas y cabezas humanas. Las pruebas se llevaron a cabo en una amplia variedad de configuraciones», comenta. El airbag consta de una bolsa y un generador de gas híbrido. Tras la activación, la bolsa se llena de gas en cuestión de milisegundos.

Hace dos años, en 2010, Volvo Car Corporation presentó el sistema de detección de peatones con freno automático. El sistema puede evitar el atropello de un peatón a velocidades de hasta 35 km/h si el conductor no responde a tiempo. A mayores velocidades, el objetivo es reducir todo lo posible la velocidad del vehículo antes de la colisión.