Nos vamos de ruta con el Renault Arkana: De la Edad Media al Barroco

El trazado por el que discurre la ruta elegida es una perfecta combinación de autovías, carreteras nacionales y comarcales, algunas tan estrechas que si encuentras un vehículo de frente tienes que frenar y apartarte para evitar un accidente.

Pero es precisamente por esta combinación de trazados por la que podemos sacar el máximo rendimiento al Arkana y a sus 145 CV. Un vehículo que tiene todas las respuestas a las necesidades que te puedan surgir. Como primera consideración cabe destacar que a pesar de ser un SUV coupé con una línea deportiva evidente, en su corazón alberga el espíritu de un vehículo familiar. De hecho, reúne todo lo que una familia puede desear, un maletero generoso (480 litros), un consumo contenido (4,8 litros a los 100 km) y una carga tecnológica que transmite seguridad al conductor, con la mayor parte de los asistentes a la conducción habituales en otros coches de este segmento. Todo ello por un precio que se puede considerar moderado para un automóvil de sus características (27.597 euros en el acabado que hemos probado, que es el más alto de la gama).

El hecho de ser un vehículo híbrido confiere al Arkana la condición de coche urbano, pero es también ideal para cualquier viaje. Los motores eléctricos que monta pueden impulsar por sí solos al vehículo (siempre de forma limitada porque la batería es pequeña, de solo 1,2 kWh), la respuesta al acelerador es inmediata y muy suave. En carretera, conduciendo de forma correcta y aprovechando la función regenerativa del freno junto con la navegación a vela (inercia), evitando aceleraciones bruscas y velocidades excesivas, podemos circular de forma más que confortable.

Sus 4,58 metros y su condición de SUV son un handicap a la hora de realizar una conducción un poco exigente en trazados revirados, donde el Arkana se comporta de una manera algo perezosa en los cambios de apoyo. Algo que constatamos durante la subida desde Nuevo Baztán hacia Pioz, y especialmente en el tramo entre Olmeda de las Fuentes y Pezuelas de las Torres.

En el interior del Arkana, el acabado RS Line es muy acogedor, con elementos distintivos, como el revestimiento de puertas y salpicadero con apariencia de fibra de carbono, embellecedores en color rojo, un volante específico, una tapicería mixta en cuero, una franja roja en los cinturones de seguridad y pedales de aluminio. Las plazas traseras son muy cómodas, con espacio más que suficiente para dos personas adultas de tamaño medio. El tránsito del medievo al barroco, merece la pena y no te llevará mucho tiempo.