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Segunda mano, apuntes a tener en cuenta

Cuando el bolsillo «aprieta», muchos optan por coches de ocasión, sobre todo por los más asequibles, como alternativa de movilidad. En estas líneas recordamos algunos aspectos a tener en cuenta una vez decidida la compra de uno de estos automóviles.

e.c.
madrid Actualizado:

Nadie duda que como un coche nuevo no hay nada: garantías al margen (al menos dos años), «huelen» distinto, su tacto es único, las puertas suenan de otra forma al cerrar, no hay «grillitos» ni desajustes en marcha… y a fin de cuentas es una compra cara, pero tremendamente emocional que se disfruta durante meses, y a veces por espacio de años como si fuese la primera vez.

Sin embargo, la estrechez económica no siempre facilita cuajar la aspiración. De paso, no deja de haber quien opina que un coche nuevo, según se matricula, pierde automáticamente hasta un 30% de su valor, por lo que la segunda mano sería la alternativa lógica y a priori sensata desde una perspectiva económica. Además, para muchos son la única posibilidad, sobre todo los más baratos .

Si no se estamos habituados a la dinámica de adquirir uno de estos modelos, dudas y reparos asaltan de inmediato. ¿Fallará? ¿Se romperá o estropeará…? En una palabra: ¿saldrá «rana»? Estos son algunos consejos que pueden ayudar a esquivar «la trampa».

¿Qué coche comprar? Igual que en los modelos nuevos, antes e adquirir un usado es imprescindible tener claro qué se necesita para no llevarse a engaño. Hay quien ve en la ocasión la oportunidad de su vida para adquirir el deportivo de sus sueños, un Audi o un BMW por ejemplo, a precio de ganga. Pero es fácil «errar el tiro» y terminar haciéndose con un coche que no sirve para el día a día (como los comprometidos Roadster biplaza, sobre todo si en casa hay más de tres personas), que gasta mucho o que sale caro cuando llega el mantenimiento, toca cambiar alguna pieza o afrontar una reparación. Un Mercedes-Benz, sin ir más lejos, no deja de ser un Mercedes-Benz nuevo o usado, con todo lo que implica, también en cuanto a seguros.

¿Y el año de origen? Puede ocurrir que el vendedor diga que el coche es de un año, cuando en realidad es más antiguo. La Tarjeta de Inspección Técnica refleja su origen. Otra pista son las etiquetas cosidas a los cinturones de seguridad.

¿Hay garantía en un coche usado? Si la compra se realiza a un comercio especializado, como mínimo deben asegurarnos un año. Es interesante comprobar la «letra pequeña» o si algo queda fuera, aunque en conjunto debe ser completa. Si la adquisición es a un particular, éste no está obligado a dar garantía alguna, pero sí a comunicar cualquier vicio o cambio oculto. De no hacerlo, el comprador tiene hasta seis meses para denunciarlo, aunque tendría que demostrar la culpabilidad del vendedor.

¿Merece la pena ir a Tráfico? En las oficinas de la DGT, y con la matrícula, informan del número de propietarios que ha tenido el coche (son habituales los anuncios donde se apunta a uno solo), si el coche tiene multas (en cuyo caso se puede vender, pero no transferir hasta que se satisfagan), o si ha sido financiado y se ha terminado o no de pagar. Es interesante, una vez firmada la compraventa si es entre particulares, acudir a la DGT con el contrato para notificar el cambio de titularidad, algo que poca gente hace y que entraña el riesgo, para el vendedor, de que el comprador incurra en infracciones sin haber renovado la titularidad. Por cierto, también en Tráfico informan de si el coche está sometido a algún embargo, algo a tener en cuenta, sobre todo en los tiempos que corren.

¿Se puede probar? Los compraventas profesionales suelen admitir la prueba del vehículo, pero como los particulares no están obligados a ella. Hay quien piensa que mejor no encapricharse del primer coche que aparezca, y manejar y sopesar al menos dos o tres alternativas. A coche parado hay puntos a vigilar, con tranquilidad y efectuando una primera y detallada inspección visual lo más sosegada posible. Atención a posibles manchas bajo el motor (goteos) o a salpicaduras sobre éste una vez abierto el capó (unos y otras delatan fugas de aceite o de líquidos refrigerante y de frenos), si arranca o no a la primera, si suelta mucho humo por el escape (si éste es azulado puede estar quemando aceite)…

También conviene abrir y cerrar las puertas con suavidad para comprobar si lo hacen correctamente (posible fallo estructural o golpe mal arreglado), verificar si la moqueta frente al conductor está muy desgastada debajo de la alfombrilla (prueba de un uso prolongado, como el mullido del asiento) y comprobar, al menos, el estado de desgaste de los neumáticos (estado y profundidad del dibujo, posibles cortes en la banda de rodadura y los flancos…) Hay compradores afortunados con amigos mecánicos capaces de detectar si, por ejemplo, una carrocería ha sido repintada (manecillas de puertas y cerraduras con restos) por algun choque, y desde luego de verificar a simple vista el estado general.

¿Y qué documentos hacen falta? Además de estar al corriente de pago del Impuesto de Circulación, el coche a la venta debe tener la Tarjeta de Inspección Técnica (o ficha de ITV) adecuadamente sellada, así como el Permiso de Circulación. Un punto a favor es un libro de mantenimiento correctamente sellado. A todo ello, en la compraventa es imprescindible que las partes firmen un contrato. Existen modelos válidos en Internet, e incluso basta un manuscrito entre las partes que refleje los datos de unos y otros, aunque cuanto mejor hecho esté menos lío habrá si surgen complicaciones.

El precio del vehículo se fija libremente (en portales especialidados de Internet se puede cotejar la media de casi cualquier modelo igualando antigüedad y motor), pero ojo, pues Hacienda establece un coste mínimo sobre el que fija el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, y que salvo que se pacte lo contrario corre a cargo del comprador.

¿Qué pasa con el kilometraje? No es fácil que un particular altere el odómetro, pero hay quien sabe hacerlo para bajar los kilómetros realizados. Estimativamente, unos 15.000 km por año entran en la normalidad de uso.

¿Cómo saber si un modelo determinado ha salido bueno o no? Aunque genéricos, hay informes en este sentido que pueden orientar la compra, algunos internacionales y famosos como el DEKRA , el TÜV alemán o el JD Power americano. También la OCU española realiza estudios de este tipo. En los foros, por cierto, hay todo tipo de opiniones, no siempre fiables.

Una cosa más: cuando se haga con el nuevo coche, si no procede de un compraventa que lo certifique, realice una completa revisión cambiando, ante todo, aceite y filtros. Al mismo tiempo, revise el estado de embrague, luces y pilotos, y amortiguación en un punto especializado.