Sébastien Guigues: «Con el Arkana hemos democratizado los SUV coupé»

¿Qué significa recibir este premio que cumple ahora 50 años de historia?

Para nosotros significa mucho porque el Arkana es el primer modelo del Plan Renaulution, que cumple ahora año y medio. Un plan comercial pero también industrial, con cinco nuevos modelos en las fábricas españolas. El Renault 5 fue el primer coche que recibió este premio, que es el galardón más prestigioso de la prensa española. Es un bonito guiño al pasado y al futuro, porque habrá un nuevo Renault 5 eléctrico.

¿El primer y el más reciente coche del Año son la evidencia de cómo ha cambiado la automoción en los últimos 50 años?

Sí, los SUV son ya el segmento favorito en España y en toda Europa. El Arkana es además un SUV coupé, con un diseño procedente de las marcas 'premium', y Renault es una de las primeras firmas que democratiza este concepto con un 'look' que creo que está muy conseguido. Tenemos ya 9.000 pedidos de clientes en nueve meses, por lo que comprobamos que ha sido todo un acierto. Además incorpora motores híbridos y micro híbridos, en una combinación que funciona.

¿La crisis de componentes está poniendo a prueba la paciencia de los compradores?

La paciencia va relativamente bien . Los plazos de entrega suponen un problema para todas las marcas a nivel comercial y también en cuanto a producción. En estos casos lo que hay que hacer es explicárselo muy bien al cliente. La renovación de un coche es el segundo gasto más grande en una familia después de la vivienda, con lo cual aunque tenga un componente emocional es algo que se planifica. Si el vendedor ayuda a esa planificación, se pueden esperar tres o cuatro meses para la entrega de un coche.

¿Cuándo cree que se podrán recuperar las cifras de ventas anteriores a la pandemia?

Yo creo que la demanda se está recuperando. Lo que pasa que se están retrasando las entregas. El negocio del automóvil va relativamente bien en cuanto a pedidos, pero si retrasamos la entrega al cliente nosotros no facturamos, y ese es el drama. Pensamos que en los próximos tres o cuatro meses, después del verano, ya se podrá llegar a un equilibrio entre pedidos y entregas. No sé si será lo ideal, pero estará bastante mejor.

Durante esta crisis también han tenido que afrontar el reto de la electrificación. ¿Cómo es este proceso en Renault?

Pues yo creo que hemos sacado muy bien nuestros deberes. Empezamos a electrificar la gama hace ya diez años con el Zoe, que es un clásico, con 400.000 Zoe dando vueltas por el mundo, con lo cual fuimos bastante pioneros. Ahora tenemos una gama electrificada, y en breve vamos a lanzar el Mégane eléctrico. Pensamos además que los híbridos e híbridos enchufables son los coches clave de una transición ecológica ordenada. Esto supone que quizás no todo el mundo se pase inmediatamente al eléctrico, pero sí que antes se pasen por el híbrido y al híbrido enchufable, que son una solución de muy bien compromiso ecológico, en cuanto a presupuesto son una oferta mucho más ajustada que el eléctrico, y su uso es similar a la de un coche térmico tradicional. En la vida real es cierto que muy poca gene se queda tirada con un coche eléctrico, porque te acostumbras a planificar los viajes. Otro ejemplo es que el año pasado vendimos muy bien los Zoe de segunda mano. Es otra vía que se abre al consumidor, la de acceder a un coche eléctrico de segunda mano, que no implica una inversión tan elevada y que puede ayudar a hacerlos cada vez más populares.

¿El compromiso de los fabricantes se corresponde con lo que pueden hacer las administraciones para facilitar el acceso al coche eléctrico?

La oferta por parte de las marcas es mucho más amplia que la de puntos de recarga. Marcas como Renault desarrollan conceptos de pago y postes para ayudar en este viaje, pero los fabricantes han hecho más y mejor su trabajo.