Pure Car
El profesor de Cartagena que se ha fabricado su propio superdeportivo eléctrico
El modelo definitivo tendrá una batería de 100 kWh, un motor de 300 CV, su autonomía llegará a los 600 kilómetros y esperan que el coche acelere de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos
Una meningitis es la responsable de la creación del coche eléctrico más sorprendente del momento. Y no solo por su diseño o sus prestaciones, sino por la manera en que se concibió. Las marcas de coches tienen ejércitos de ingenieros especializados para el desarrollo de sus modelos, pero el Pure Car solo tiene detrás a un profesor de educación física de Cartagena. Aunque con una motivación enorme, capaz de lograr lo que parecía imposible. Así nos lo cuentan desde la página web de Endesa para el vehículo eléctrico . «Me puse enfermo justo en el momento en que estaba organizando una exposición de escultura», cuenta Carlos Rodríguez , de 54 años. «Estuve muy grave y, cuando me recuperé, me replanteé muchas cosas. Para empezar, que la vida es un suspiro, y cada vez me quedaba menos tiempo para cumplir mis sueños».
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Uno de ellos era crear su propio coche. A Rodríguez se le juntan dos pasiones: el automovilismo y el diseño. Para realizar diseño había estudiado un curso de diseño industrial a distancia por la UNED. «No daban conocimiento alguno de ingeniería, así que me tuve que poner a leer mucho sobre chasis, suspensiones, motores…». Pero este emprendedor tenía claro cómo iba a ser la creación: una carrocería deportiva y descapotable, además de un motor eléctrico . «Yo quería que mi coche tuviera futuro, y eso pasa por la movilidad eléctrica. Aunque mis amigos me insistían una y otra vez que usara un potente motor de gasolina, yo tenía una amplitud de miras mayor». Sin duda, Rodríguez era todo un visionario: de esto hace ya seis años, cuando los coches eléctricos aún se veían como algo muy lejano y de nicho. El cartagenero dio en el clavo con su elección.
Primero dibujó la carrocería en un papel, luego en 3D por ordenador. « Me inspiré en modelos de BMW y Aston Martin . Pero aunque algunas partes recuerdan a estas marcas, todo tiene un equilibrio que le da personalidad propia». A continuación, la fabricó a tamaño real, «sobre un enorme trozo de 10 metros cúbicos de porexpan, con segueta, como si fuera una escultura», describe. También diseñó él mismo el interior del biplaza.
El motor lo compró a una empresa estadounidense que ofrece kits para convertir los coches de gasolina en eléctricos . «Es uno de 70 CV, con baterías de 40 kWh», explica. También adquirió por internet los componentes para el chasis, uno muy sencillo consistente en un tubo longitudinal y unas suspensiones basadas en las de un deportivo muy popular, el Mazda MX-5.
Cuando Rodríguez estaba a punto de terminar su coche, recibió una llamada del presidente de Marnys, una empresa de cosmética y parafarmacia. El empresario, apasionado de los coches, le había visto en una entrevista de la televisión local, y le ofreció una nave de mil metros cuadrados y todos los elementos necesarios para acabar su coche.
El resultado es el Pure Car, un atractivo deportivo que aún es un prototipo. «Es tan solo un ejemplar de muestra, pero aunque vamos a conservar la carrocería, lo vamos a cambiar totalmente por dentro», explica Rodríguez. El modelo definitivo tendrá una batería de 100 kWh con un sistema de refrigeración avanzado basado en el de Tesla, y un motor de 300 CV . La autonomía llegará a los 600 kilómetro s, y esperan que el coche acelere de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos. El chasis será totalmente nuevo, con componentes de carbono.
Los dos emprendedores buscan ahora socios financieros para darle el empujón definitivo al proyecto. «Nuestro mercado, por el momento, es el de lujo. No podemos entrar a competir directamente con las marcas generalistas , y lo cierto es que hoy, aparte del de Tesla, no existe un roadster descapotable eléctrico», explica Rodríguez. «Ahora bien: si la experiencia sale bien y tenemos éxito ampliaremos la gama, claro. Para que conducir un coche eléctrico no sea algo de unos pocos». El emprendedor concluye: «Y si no tenemos éxito, en lo que a mí respecta, yo ya he cumplido mi sueño con creces».
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