Los primeros coches diésel «superlimpios» se comercializarán en dos años

Gracias a una mejor gestión de la temperatura de los gases de escape y una mayor recirculación de los mismos, los ingenieros de la compañía alemana han conseguido reducir los niveles de contaminantes, en condiciones de tráfico real, a tan solo 13 milígramos por kilómetro . La cifra es apenas una décima parte del límite legal permitido en la actualidad, situado en los 168 milígramos por kilómetro, y también muy inferior a la permitida en 2020: 120 milígramos por kilómetro.

«Junto a la electrificación el diésel continuará siendo una opción, y a un coste económico asequible», destacó González Pareja, que resaltó que la electrificación «no será alternativa hasta que mejore la autonomía, el precio y los tiempos de recarga».

En este sentido, el directivo destacó la necesidad de que convivan en el tiempo «soluciones óptimas de movilidad». «Cada marca tiene objetivos de emisiones, tambien de CO2», recordó. «Los diésel emiten menos C02, y son necesarios para cumplir con estos objetivos».

González Pareja también consideró que «no tendría sentido por parte de las autoridades prohibir un coche de tres años con un combustible y dejar circular a otro de 25 con otro combustible».

La ventaja de la tecnología presentada por Bosch es que todos los componentes necesarios ya existen en la actualidad, y al no requerir componentes adicionales, no conllevaría un aumento de costes, según Bosch. Además, podrá ser incorporado también en vehículos comerciales ligeros, y no solo en turismos.

En el mismo acto, González Pareja detalló los resultados del gigante alemán en nuestro país, que facturó, en 2017, 2.400 millones de euros en España. Supone un incremento del 2,6% y el 5 año consecutivo de incremento, gracias al buen desempeño de sus cuatro áreas de negocio: soluciones de movilidad, que engloba a la industria de componentes de automoción; tecnología industrial; bienes de consumo y energía y tecnología en edificaciones. De su lado, las ventas de sus compañías con sede social en nuestro país superaron los 2.900 millones, un crecimiento superior al 5%.

Según González Pareja , nuestro mercado es el quinto más importante para el grupo a nivel europeo, y el séptimo del mundo. A nivel internacional, el año 2017 fue también «realmente positivo» según González Pareja, con el mayor nivel de ventas de su historia, del 6,8%. Las cuatro áreas de negocio registraron crecimientos y el Ebit del grupo alcanzó los 5.300 millones.

«Después de cinco años de crecimiento continuo, el mercado español se ha estabilizado en un alto nivel , estableciéndose como uno de los mercados clave para Bosch en Europa», aseguró González Pareja. Para el presente año, González Pareja adelantó que la compañía estima que continuará el crecimiento, «aunque ligeramente más moderado: entre el 2 y el 3%». En cuanto a inversión, Bosch invirtió 103 millones de euros, en línea con los últimos años, y creó 700 puestos de trabajo.

A nivel mundial, la firma se consolida entre los principales inversores en I+D. En 2017 destino el 137% de sus beneficios a innovación: 7.300 millones de euros , y fue la empresa que más patentes presentó tanto en su país natal, Alemania, como en España, donde firmó 81. Además, el 92% de los beneficios se destinaron actuaciones en materia de salud o educación.

La compañía mantiene cerca de una veintena de instalaciones en nuestro país, tras vender su factoría de motores de arranque y alternadores de Treto (Cantabria) en 2017 a la compañía china ZM, bajo la denominación SEG Automotive. Sus factorías y centros de investigación dan empleo a 8.800 personas, incluyendo su fábrica de sensores en la calle Hermanos García Noblejas de Madrid, que este año ha alcanzado la cifra de mil millones de sensores producidos.

Durante el acto celebrado este jueves Bosch ha aprovechado para desgranar algunos de los proyectos que desarrolla en nuestro país. En pocos días, la compañía introducirá en Madrid su servicio de scooter eléctrica compartida Coup, que ya funciona en Berlín y París.

Además, está desarrollando, en colaboración con varias bodegas riojanas, un servicio denominado SmartAgro, que permite a los productores de vino monitorizar los cultivos desde cualquier lugar y en cualquier momento. Paralelamente, en Sevilla, la compañía está desarrollando una solución «smart city». Mediante 40 cámaras de vídeo analiza el flujo de gente para prevenir avalanchas y avisar cuanto antes a las autoridades.