Cómo evitar que el coche se convierta en verano en una trampa mortal para los niños
En los meses de calor la temperatura puede subir en el interior de un vehículo hasta quince grados en un cuarto de hora. Los menores están peor preparados que los adultos para afrontar los cambios bruscos
Un automóvil puede convertirse en una trampa mortal para los niños. Ni siquiera hace falta que haga mucho calor: con 22 grados a pie de calle, el interior de un vehículo puede superar los 47 grados, una temperatura que los más pequeños, especialmente los menores de cuatro años, no están preparados para soportar.
Según los expertos, la temperatura corporal de un niño sube 3 a 5 veces más rápido que en el adulto , debido a la menor reserva de agua. El riesgo, evidentemente, se multiplica en los meses de más calor: en apenas quince minutos el mercurio en el interior de un vehículo puede subir quince grados, llegando a superar los setenta centígrados. En tales circunstancias, la hipertermia o aumento excesivo de la temperatura corporal puede suceder en apenas veinte minutos, causando la muerte en menos de dos horas, según alertan desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) .
«Esto sucede a padres de todos los niveles sociales , por lo que no hay que asumir que esto no le puede ocurrir a usted», insisten los pediatras, que aconsejan al conductor que deje sus objetos personales , especialmente las llaves de casa o del vehículo -si no requieren estar en el contacto-, el teléfono móvil o la billetera en el suelo de la parte trasera del coche. Otra recomendación pasa por chequear con el otro progenitor o con otro miembro de la familia que el niño haya bajado del vehículo al finalizar el viaje, o poner una alarma en el teléfono móvil que lo recuerde.
Por su parte, la Agencia Norteamericana de Seguridad en el Transporte (NHTSA por sus siglas en inglés), ha editado una guía en la que también aconseja acostumbrarse a echar una mirada al interior del vehículo antes de cerrar la puerta; pedir al encargado de la guardería que llame inmediatamente a los padres en caso de que el pequeño no haya llegado a tiempo; o pegar una nota recordatoria en el salpicadero. La NHTSA insiste en que jamás se debe dejar a un pequeño solo en el interior de un vehículo, ni siquiera aunque el período de tiempo vaya a ser ínfimo y se mantenga el aire acondicionado encendido o las ventanillas bajadas.
Decenas de casos al año
En Estados Unidos cada año fallecen, de media, cuarenta niños olvidados en el interior de un automóvil por sus padres, la mayoría menores de tres años. El último caso se registró la semana pasada, cuando dos gemelos de once meses murieron en el Bronx en Nueva York tras permanecer olvidados durante ocho horas por su padre . Aunque la cifra es menor en Europa, se han registrado muertes en Holanda, Islandia y Hungría . También en Francia , donde entre 2007 y 2009 se registraron veinticuatro casos de hipertermia en niños dentro del coche, con cinco muertes. En el 54% de los casos los padres habían dejado intencionadamente a los pequeños en el interior del vehículo, creyendo que no les sucedería nada.
En España , en octubre del año pasado falleció una pequeña en Madrid tras permanecer durante siete horas en el interior de un vehículo olvidada por su padre. Dos meses antes, en agosto, otra pequeña de 10 meses falleció en Manacor , olvidada por su abuelo durante nueve horas. En algunos de los casos, tras el fatal olvido se escondía un cambio en la rutina de los adultos: un padre que lleva puntualmente a su hijo a la guardería porque ese día la madre no puede (o viceversa), el abuelo que se hace cargo del pequeño porque ambos padres trabajan...; por lo que los expertos piden extremar la precaución en este tipo de circunstancias.
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