Así es como se construye un coche de Fórmula 1

En el aspecto del desarrollo la F1 no tiene igual. Un equipo de F1 está en constante desarrollo y en él trabajan cientos de personas (450 en el caso de Toro Rosso en Faenza, hay otras escuderías con más gente todavía). El objetivo es bien simple: construir el coche más veloz posible.

El proceso comienza con el diseño, un término muy amplio en el que trabajan cientos de personas. Lo primero es decidir bajo qué principios básicos se va a construir el coche: ¿qué tipo de suspensión? ¿qué distancia entre ejes? Luego se pasa a trabajar en los compuestos, suspensión, la parte hidráulica, transmisión, etc. El diseño se prueba de manera virtual y física . Los ingenieros deben hacer que los diferentes elementos se integren en una unidad. Uno de los aspectos que se suele hacer al final es el desarrollo de la aerodinámica.

Los más veteranos a veces todavía prefieren trabajar con lápiz y papel, pero en la actualidad casi todo el diseño se realiza con CAD (diseño asistido por ordenador). Una vez que se tienen los modelos realizados con los programas CAD, los dibujos dan paso a instrucciones de fabricación asistidas por ordenador (CAM) para las máquinas que hacen los cortes y el fresado.

Una gran parte de los componentes de un F1 están hechos a medida . Este deporte es una actividad basada en una enorme especialidad con objetivos como la ligereza y la resistencia de materiales. Así, los tornos CNC y los centros de mecanizado de cinco ejes giran sin parar en la fábrica.

Cada equipo de F1 tiene dos coches (uno por piloto), pero se construyen cuatro y cinco chasis para tener material durante toda la temporada. En el pasado los equipos llegaban a fabricar hasta 10 coches, pero ahora cuatro se considera un número suficiente. Aunque hay que tener en cuenta que un bólido de F1 nunca corre dos veces con la misma configuración. Las nuevas piezas no paran de llegar, siempre con el objetivo de que sean más ligeras, resistentes y eficaces. Un ingeniero de primer nivel aseguró que su equipo hacía unos 20.000 cambios en el diseño entre el lanzamiento del coche en febrero y la última carrera en noviembre. Lo que significa que las máquinas de mecanizado nunca se detienen.

La sala donde se fabrican los compuestos de carbono es otro lugar esencial. La F1 comenzó a emplear en los años 70 la fibra de carbono en la carrocería y en los alerones. En la década de los 80 los monocascos de fibra de carbono (llamados «células de supervivencia» por la FIA) se usaron por primera vez. La fibra de carbono es ideal para la Fórmula Uno debido a su enorme resistencia y ligereza .

Muchas piezas de fibra de carbono todavía se hacen a mano, antes de meterlas en el horno para que las capas de resina y de fibra de carbono se adhieran de forma correcta. James Key estima que su equipo fabricó 77.000 piezas de compuesto de carbono durante la temporada 2016. Esta no es la parte más glamurosa de la F1 pero es vital para ganar carreras, lograr una buena calificación y unas paradas en boxes relámpago.

Los equipos están refinando sus diseños de manera constante, cuanto mejor trabajen, más rápido será el coche. Pero de nada sirve tener un gran diseño CAD/CAM si luego no se pueden llevar a la práctica. La mayoría de las mejoras sólo suponen una ganancia de milésimas de segundo pero a veces incluso se pueden ganar algunas décimas de golpe. Un simple alerón delantero contiene cientos de piezas y se tarda semanas en fabricar. El equipo que pueda construir las piezas de manera más rápida tendrá una ventaja sobre sus rivales.

De nada vale construir un bólido de F1 muy rápido si luego no es capaz de llegar al final de la carrera, por lo que se emplean muchos recursos en el control de calidad . Cada pieza es inspeccionada de manera exhaustiva y se miden hasta los micrones (una millonésima de un metro), además de emplear otras tecnologías como los rayos X para observar las estructuras internas.

Después de que las piezas son diseñadas, fabricadas y probadas llega el montaje. Los coches de Fórmula 1 se montan desde dentro hacia afuera . El núcleo es el monocasco. El motor se atornilla a la parte trasera del monocasco y luego la caja de cambios se une a la zona posterior del propulsor. Alrededor de este núcleo central se monta todo lo demás.

El primer proceso de construcción de un coche tarda varias semanas, luego hay que ir mejorándolo por lo que el bólido se montará y desmontará repetidas veces, tantas que los mecánicos llegarán a hacerlo con los ojos cerrados. Las mayores escuadras cuentan con la ayuda de un segundo equipo que se encarga de una buena parte del trabajo. En los equipos como Toro Rosso (no tan grandes) los mismos tipos que trabajan en las carreras son los que luego siguen montando y desmontando en la fábrica.