Conducir así es peligroso y sancionable
Conducir así es peligroso y sancionable - ABC.es
BMW

Colocar bien el respaldo del asiento del coche nos puede evitar lesiones

Controlar el volante con una mano o conducir con el brazo sobre la ventanilla son algunas de las actitudes más comunes y que más problemas de salud acarrean

Madrid Actualizado: Guardar
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Conducir con una sola mano sujetando el volante y la otra sobre la palanca del cambio de marchas, asomar el codo por la ventanilla, llevar el respaldo demasiado recto o demasiado inclinado, son algunas de las posturas más habituales al volante. Con ellas muchos conductores buscan su mayor comodidad, sin saber que pueden estar provocando importantes problemas de salud.

Coger peso del suelo flexionando la espalda, contestar al teléfono sujetándolo con hombro y cabeza, o utlilizar bolsos bandoleras son algunas de las situaciones más habituales que producen dolores de espalda. Según Javier Cabanas, director de la Escuela de Conducción de ALD Automotive, igual de perjudiciales que algunas de las posturas que adoptamos cuando vamos en coche.

Para este experto de la la compañía de renting y gestión de flotas, sentarse en el vehículo es también uno de los momentos que provocan problemas de salud».

Javier Cabanas afirma que «una correcta conducta al volante reduce el tiempo de fatiga y permite al conductor reaccionar de forma más rápida ante cualquier imprevisto que se encuentre en la carretera». Por ello, es necesario ser conscientes sobre la postura que adoptamos en el vehículo. Para el director de la Escuela de Conducción de ALD Automotive, «la espalda es la parte del cuerpo que más sufre cuando conducimos, pues la tensión o los hábitos provocan que adoptemos posturas incómodas e inseguras».

Estos son las recomendaciones que deberíamos de seguir para evitar los problemas más comunes:

-Ajustar el asiento a tus medidas. Cuando conducimos un vehículo que no es el nuestro, debemos revisar la posición del asiento, inclinación correcta del respaldo y distancia a los pedales. Cuando nos sentemos, debemos ajustar el asiento, pues al pisar el embrague hasta el fondo, nuestra pierna izquierda debe quedar estirada. En relación a la altura, debemos ajustarlo para que no perdamos visibilidad. Además, en relación al respaldo, éste no puede estar completamente recto, pues provocará que el cuerpo esté en tensión continua, por lo que las contracturas pueden aparecer más fácilmente. Y por último, no podemos olvidar revisar la posición del volante, pues debemos ajustarlo para que nos permita cogerlo con una mano en paralelo con la otra y manteniendo los codos doblados a 90 grados. Se aconseja poner en práctica estos pasos en nuestro propio vehículo para certificar que el asiento está correctamente ajustado.

-Sentarse a una distancia correcta del volante. Muchos conductores creen que al estar más cerca del volante obtienen mayor precisión y seguridad al circular. Sin embargo, esta creencia es errónea, pues la posición es antinatural y produce lesiones en la espalda. Adoptaremos una postura correcta cuando los hombros no se separen de la parte alta del respaldo y cuando al extender los brazos sin rigidez, las muñecas reposen sobre la parte alta del volante. De esta manera, no perderemos visión de lo que sucede en la carretera, controlaremos todos los mandos del vehículo y la espalda no se verá perjudicada.

-Apoyar la espalda al respaldo. A la hora de conducir, debemos apoyar la totalidad de la espalda en el respaldo y la cabeza debe entrar casi en contacto con el reposacabezas. De esta forma, garantizaremos una postura óptima para evitar lesiones.

-Controlar el volante con las dos manos. Con el paso del tiempo, la manera de controlar el volante cambia. Al salir de la autoescuela, todos lo manejamos con las dos manos, sin embargo, la tendencia nos lleva a acabar utilizando una única mano. Sin embargo, esta postura perjudica no sólo la espalda, sino también nuestra capacidad de reacción. Resta tiempo a la hora de respuesta ante cualquier imprevisto. Además, se aconseja colocar las manos entre las diez y diez y las tres menos cuarto.

-Conducir con los brazos cerca del volante. Manejar el vehículo con el brazo sobre la ventallina es una postura muy común entre los conductores y sin embargo, una de las más perjudiciales ya que puede producir la aparición de las denominadas tendinitis del supraespinoso. El punto de apoyo crea una postura extraña y rompe con la posición natural del propio brazo, pues está más alto de lo normal, por ello, se debe conducir con los brazos semiflexionados, cerca del volante. La distancia correcta se logra colocando el respaldo recto y la muñecas sobre el argo superior del volante, con lo cual tendremos una posición de los mismos semiflexionados (ni rígidos ni demasiado pegados).

-Uso del control de velocidad de crucero. Para optimizar la conducción, los vehículos ya lo incorporan. Este regulador electrónico mide la velocidad y toma, cuando se activa, la función del acelerador. Solamente si el conductor aprieta el freno o el pedal del embrague, se apaga, si no, podemos adoptar una posición más relajada y natural, evitando daños en la espalda.

-Colocar los bultos en el suelo. En ocasiones, cuando detenemos el vehículo delante de un semáforo o estamos parados en un atasco, aprovechamos para alcanzar bultos que hemos colocado en los asientos. En ese momento, los movimientos bruscos, rápidos y antinaturales pueden producirnos lesiones como tirones. Desde nuestra compañía recordamos que es obligatorio colocarlos en el suelo pues evitaremos sufrir daños graves al colisionar contra nosotros. Si los situamos en los asientos, el riesgo de soltarse ante cualquier incidente se incrementa considerablemente. Según algunos estudios, los objetos que salen despedidos desarrollan un peso equivalente hasta 50 veces más que su propia masa durante un accidente a solo 50 km/h.

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