Peugeot 3008 BlueHDI 130CV Allure: cómodo, elegante y preciso

Este nuevo propulsor sustituye al motor que hasta ahora servía de acceso a la gama diésel, de 120CV. Ofrece un pequeño rendimiento extra muy de agradecer, manteniendo unos consumos muy ajustados, que sin gran esfuerzo se mantienen por debajo de los seis litros a los cien kilómetros en combinación con el cambio manual de seis velocidades.

Con éste motor, el 3008 se mueve con agilidad en todas las circunstancias. Quien desee una respuesta especialmente briosa en aceleraciones puntuales o prefiera, en líneas generales, primar la agilidad sobre el consumo puede decantarse, no obstante, por la oferta de 150 y 181 CV en este mismo combustible, o de 165CV en gasolina.

Reseñable es también su baja sonoridad, a la que también contribuye el excelente aislamiento del 3008. Durante la marcha, a diferencia de otros propulsores de este combustible utilizados en modelos de su competencia, su funcionamiento apenas obliga a elevar ligeramente el tono de la conversación. También merece una mención su suspensión, que filtra muy bien los obstáculos del terreno y reacciona también de forma adecuada en los pasos por curva, en los que también se agradece su dirección, muy directa.

El acabado Allure de nuestra unidad incluía, de serie o como opción, prácticamente todo el equipamiento con el que un conductor pueda soñar en 2018: desde sistemas de ayuda a la conducción como regulador de velocidad adaptativo, detector de ángulo muerto, asistente activo de cambio de carril, cámara de visión cenital en 360 grados o sistema de iluminación de ledes autorregulable, para evitar deslumbramientos en la vía y mejorar la visibilidad del conductor.

Estéticamente, el 3008 es un vehículo rabiosamente innovador , tanto por fuera como por dentro. En el exterior logra ofrecer un aspecto robusto y moderno, gracias a una carrocería sobreelevada propia de los todocamino y a detalles específicos. En el interior, prima también la originalidad, y aunque los materiales son en su mayoría plásticos -con abundantes remates metálicos- su tacto y su ajuste es muy bueno.

El puesto de conducción i-Cockpit de Peugeot resulta también original, aunque requiere unos minutos acostumbrarse a su distribución. La instrumentación se muestra en un cuadro totalmente digital, situado sobre el volante, lo que obliga a este a ser más pequeño que de costumbre y a mantenerse más bajo y bastante pegado al salpicadero. Una gran pantalla de infoentretenimiento da acceso al navegador, la radio o la conectividd, y también a la climatización, y si bien una botonera bajo ésta permite alternar entre las diversas funcionalidades,se echa de menos un mando externo que permita ajustar la temperatura. Los asientos, con ajuste eléctrico, son muy confortables, y el espacio delante es amplio, y también en el maletero.

En suma, el 3008 resulta con esta motorización diésel de 130CV un coche muy confortable y equilibrado, con un equipamiento tecnológico de primer nivel y a un precio, 26.650 euros , enormemente ajustado para lo que se obtiene a cambio.