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Mercedes-Benz CL 500 4MATIC BluEFFICIENCY, el Kaisser

No hay muchos cupés con el grado de excelencia que depara la Clase CL de la estrella. En versión CL 500 4Matic pondera confort, prestaciones y agarre con una suficiencia deslumbrante. Ni siquiera el consumo supone un problema, aunque el precio ya es otra historia.

e.c.
madrid Actualizado:

A finales del año pasado, Mercedes-Benz ponía al día (de forma somera, todo sea dicho) su cupé más exclusivo: el último CL aparecido en 2009. Los cambios se centraron en las ópticas traseras con las luces de marcha atrás flanquando la matrícula, escapes rectangularesenrasados en vez de ovales, alumbrado diurno frontal en los bajos mediante LED, nuevos dibujos de llantas y tonalidades de carrocería...

También llegó la mecánica de gasolina (único combustible posible en toda la gama) que nos ocupa, un imponente 4.7 V8 con doble sobrealimentación, 435 CV y 700 Nm (constante de 1.800 a 3.500 rpm) que deriva la fuerza disponible a las ruedas traseras o, como sucede en esta variante, a las 4 de forma simultánea, a través de un cambio auto secuencial de 7 relaciones con levas de selección manual en el volante.

Su empuje es extraordinario una vez lanzado (desde parado hay un ligerísimo desfase entre el acelerador y el juego del cambio, mediante convertidor de par, hasta que la mecánica reacciona), y aunque el chasis digiere sin apuros todo el potencial una masa en marcha superior a las 2 toneladas impone a la hora de abordar giros comprometidos con rapidez. Y eso que la suspensión, de naturaleza hidroneumática, permite una selección más firme o deportiva (a través de un botón poco accesible). Por cierto, frena con decisión, pero el tacto del pedal obliga a un período de adaptación para superar una sensación de «vacío» en el recorrido inicial. Por su parte, la dirección es cómoda y suficientemente directa. Otro apunte: anuncia una media de 9,9 l/100 km (237 g/km) gracias, en parte, a su función ECO con parada y arranque automáticos de motor. En la práctica, sin embargo, no es fácil bajarla de 12 l/100 km.

Ágil y maniobrable pese a su notable corpulencia, de agarre fantástico (el abultado par casa bien con la tracción integral, sobre todo en firmes poco adherentes) y diseño incluso discreto... La verdad es que no hay muchos automóviles capaces de hacerle sombra, a excepción de la nueva Serie 6 de BMW o el aún más caro y exclusivo Bentley Continental GT , un éxito comercial en su categoría. Es difícil discernir cuál de todos está mejor hecho, pero en lo que toca al de la estrella su terminación es ejemplar, con materiales de primera categoría (ni siquiera el cuero de los asientos «agobia» en época estival, y además las butcas delanteras son refrigeradas, y para el invierno calefactadas) y ajustes en consonancia.

En suma, un fabuloso automóvil de indudable empaque, muy cómodo, con una insonorización fuera de dudas, habitabilidad razonable en las plazas traseras (pese a una longitud exterior que rebasa 5 metros, ocupantes por encima de 1,75 metros no viajarán bien, aunque el acceso a esa zona no es malo gracias al tamaño de las puertas y al amplio desplazamiento eléctrico de los sillones anteriores) y un arsenal tecnológico capaz de atrapar a los fanáticos de los «gadgets»: asistente de ángulos muertos, control de velocidad automático, visión nocturna mediante infrarrojos, alumbrado con haz variable y cambio automático de largas a cortas, asientos delanteros con masaje y contorno variable, iluminación interior indirecta mediante LED, cámara marcha atrás, alerta de distracción por cansancio del conductor, display de navegación (muy buena) Splitview (muestra a la vez el mapa y contenidos multimedia para la distracción del pasaje)...

Muchos son opcionales, con precios capaces de incrementar la factura un 50% a nada que el comprador se anime con el talonario. Para hacerse a la idea, sólo el volante de cuero y madera sale por algo más de 700 euros aunque, ¿desde cuándo algo así supone un problema para uno de esos jeques capaces de hacerse con los caprichos más insospechados a golpe de «petrodólar», y que por ende constituyen el público objetivo de un producto como éste?