VW Golf Cabrio 1.4 TSI 160 DSG, placer razonable
ABC Motor ha probado en esta ocasión una interesante variante del todavía flamante Golf Cabrio: el TSI de 160 CV equipado con turbo y compresor, elástico y enérgico a partes iguales, y de paso razonablemente austero. Buena «guinda» para un conjunto apto para usar a diario y disfrutar cuando la climatología acompaña.
madrid Actualizado: GuardarHasta hace poco, Volkswagen contaba con el Eos como opción descapotable de la gama Golf y hasta de la marca. Pero entonces recuperó el emblemático concepto Golf Cabrio, más asequible (unos 2.200 euros igualando motor) y sencillo, igual de caprichoso y totalmente actual al basarse en el Golf de última entrega.
Con una largura de 4,42 suma capota de lona (eléctrica y abatible en sólo 9,5 segundos, incluso en marcha hasta 30 km/h), cuatro plazas (las traseras, de respaldo un tanto vertical, adecuadas para adultos de talla media si los asientos delanteros no van muy retrasados), maletero de 250 litros (justito y de boca angosta) y respaldos traseros abatibles de forma simétrica para, por ejemplo, introducir en el interior unas tablas de esquí.
El techo lleva luneta posterior de vidrio con desempañado eléctrico, es bastante estanca (aunque, a diferencia de los modelos de techo duro, la lluvia o el ruido exterior se percibe con mayor nitidez que en un Golf cerrado), y una vez plegada se recoge sobre un hueco trasero, aunque va a la vista, no tapada por ninguna otra pieza como en modelos similares. La marca ofrece un derivabrisas (350 euros) que atenúa turbulencias hasta unos 120 km/h; eso sí, a costa de anular las plazas traseras una vez colocado.
Con un parabrisas más horizontal que en la gama Golf estándar, el acceso no es malo, ni siquiera a los asientos traseros (los delanteros se abaten con facilidad y tienen memoria de posición), el Golf Cabrio presume de terminación y disfruta de una dotación de serie correcta: cuatro airbag, ESP, luz diurna, llantas de 16 pulgadas, climatizador bizona, cuatro elevalunas con un mando común en el reposabrazos central (junto a la leva que acciona el techo), Bluetooth…
De sus posibles motores, el 1.4 TSI de 160 CV/240 Nm analizado supone un punto medio y, en todo caso, una buena alternativa para un vehículo que rebasa la tonelada y media en marcha. No es tan austero como un diésel TDI, pero los 6,3 l/100 km homologados por el fabricante son factibles, y sin afinar tanto moverse en unos 7,5/8 tampoco debe ser pega.
Además, pese a su pequeña cilindrada (1.390 cc), propia de su filosofía downsizing, presume de una excelente respuesta porque para ponerse en movimiento lleva un compresor (actúa desde el ralentí) que compensa la clásica falta de fuerza de los motores sobrealimentados. Y es que este TSI también suma turbo, pero para ganar velocidad yendo rápido. Compresor y turbo llegan a solapar su acción mínimamente, pero en general cuando actúa el uno no lo hace el otro.
En marcha, el resultado es un motor elástico que recuerda a mecánicas de mayor capacidad (y gasto), y que recupera (reprís) con celeridad, y además en todo momento. Volkswagen lo vende de serie con cambio manual de seis marchas o, como en nuestra unidad de pruebas, con la excelente caja auto secuencial DSG de siete relaciones, que a veces consiente un mínimo desfase al poner el coche en movimiento (desde que se pisa el acelerador hasta que reacciona), pero que en general resulta sumamente gratificante, y en todo caso muy cómoda para circular en ciudad.
Sobre el comportamiento, es muy bueno, pese a que de nuevo la rigidez estructural del modelo no es (ni puede) la de un Golf cerrado. Sobre firmes bacheados y en apoyos acusados transmite vibraciones transversales sobre el volante que delatan su condición cabrio, pero no pierde la trayectoria y, en realidad, se lleva con un dedo por el buen aplomo que despliega (suspensiones independientes en ambos ejes). Puede contar con un chasis más firme (202 euros), si bien tal cual llega de serie será suficiente para casi todos.
En resumen, un capricho de precio más o menos asumible con un motor que no es un «misil» ni está pensado para hacer grandes kilometrajes anuales, pero que permite un andar solvente, dotado de un habitáculo más o menos versátil de excelente ejecución y con una habitabilidad perfecta para una pareja, incluso con un par de niños pequeños, aunque lógicamente no sea ni de lejos un coche familiar.

