Stellantis unifica su división de vehículos comerciales para hacerse con el liderazgo mundial

Sin embargo, la estrategia del consorcio franco-italo-americano ha sido heterogénea, pues cada marca decidía, en gran medida, su estrategia de forma independiente. Ya no. A partir de 2024, todos los vehículos comerciales de sus marcas -Fiat, Peugeot, Citroën, Opel, Vauxhall y Ram- se unificarán bajo el área de negocio Stellantis Pro One.

La persona que liderará la estrategia es el actual consejero delegado de Alfa Romeo, Jean-Philippe Imparato, que afirmó que su intención es, de cara a 2030, alcanzar una facturación por un valor en torno a los 80.000 millones de euros, prácticamente el doble de lo que suponía cuando se fusionaron los grupos FCA y PSA, en 2021.

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Además, para ese mismo año, Imparato se ha propuesto alcanzar ingresos de 5.000 millones de euros en servicios adicionales -«Sin sistemas como la gestión de flotas no puedes siquiera entrar a conversar con los clientes B2B», afirmó-, así como alcanzar un mix de ventas cero emisiones del 40%.

Para ello, coincidiendo con el estreno de Pro One a principios de 2024, también se comenzará a renovar la gama de vehículos comerciales -el lanzamiento oficial será el 23 de octubre-, ofreciendo una nueva generación de motores eléctricos, así como opciones de tecnologías alternativas como el hidrógeno.

Además, Imparato también anunció que se impulsaría el área de negocio de 'retrofit', que consiste en adaptar vehículos térmicos a otras propulsiones menos contaminantes, principalmente eléctricas. «Es una manera asequible de reducir las emisiones».

La intención es hacerse con el liderazgo mundial en el segmento, altamente rentable. «Hoy solo existen tres fabricantes que superen los 1,5 millones de vehículos comerciales: Ford, Stellantis y Toyota», afirmó el directivo. Hoy, tiene la primera posición en las regiones de Europa Extendida (29 mercados) y Sudamérica, donde Fiat goza de gran aceptación.

El segundo lugar por cuota de mercado lo ostenta Medio Oriente y África, mientas que en Norteamérica se encuentran en la tercera posición, pero esperan que su ofensiva con las pick-up sirva para escalar en posiciones de ventas.

Para ello, es esencial la colaboración con la red, que cuenta con unos 20.000 puntos a lo largo del mundo. Para Imparato, «la lealtad hacia las marcas y el servicio que brindan los concesionarios es esencial en el mundo de los vehículos comerciales», por lo que pretende establecer una política de precios homogénea y estable, dado que «jugar demasiado con descuentos destruye los márgenes de los vendedores».

El objetivo es el de «encontrar un equilibrio entre precios ajustados y márgenes de rentabilidad para las concesiones. Estas, para mejorar sus ingresos, podrán comprometerse con la marca para ofrecer más coberturas —por ejemplo, asistencia inmediata a los clientes profesionales—, y, a cambio, recibir una certificación que permita modificar los modelos de Stellantis.

En cuanto a las fábricas, el consorcio cuenta con 10 puntos de producción, distribuidos a lo largo del mundo, pero Imparato quiso destacar a los dos situados en la Península Ibérica: la lusa de Mangualde y la gallega de Vigo «son dos de las mejores que existen, capaces de reducir los costes sin renunciar a elementos de valor en los vehículos».

«Vigo está lista para cambiar las motorizaciones que hagan falta en los modelos K9 [Peugeot Rifter, Citroën Berlingo, Fiat Dobló y Opel Combo] en cuestión de un día», afirmó. Este grado de flexibilidad es algo que se está buscando en el resto de plantas de Stellantis, lo cual puede representar tanto una oportunidad como una amenaza.