Sandrider, el prototipo con el que Dacia se lanza a por el Dakar

Fiel al enfoque Dacia, el estilo exterior apuesta por lo esencial, sin florituras. Solo se han conservado los paneles de carrocería absolutamente necesarios. No hay piezas decorativas, por tanto, superfluas. Por supuesto, la aerodinámica se ha cuidado especialmente. Siguiendo este enfoque centrado en las necesidades esenciales del piloto y del copiloto, el capó delantero corto, hundido e inclinado desaparece del campo de visión de la tripulación. El uso de pintura antirreflectante (una técnica procedente de la aviación) en la parte superior del salpicadero también optimiza la visibilidad del piloto y del copiloto.

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Y para delinear el habitáculo, los diseñadores e ingenieros de Dacia se han centrado en las necesidades y limitaciones del piloto y de su copiloto. Sandrider se distingue por un cuadro de instrumentos modular que permite a cada tripulación adaptar la ergonomía y la disposición de determinados elementos según sus preferencias. Es más, se ha reforzado el vehículo con un chasis y unos paragolpes consolidados, una carrocería de fibra de carbono, así como suspensiones (con doble triangulación) y una transmisión 4X4 adaptadas a las exigencias extremas del Rally-Raid. Así como un innovador sistema eléctrico de alta tensión permitirá mantener todos los accesorios a bordo a su potencia óptima, incluso en las condiciones más difíciles.

Más allá de estos elementos de diseño fundamentales, el enfoque robusto y aventurero de Sandrider también se refiere a aspectos que pueden parecer detalles, pero que facilitarán enormemente la vida de los equipos. Es el caso de los asientos Sabelt, tapizados con tejidos específicos antibacterianos y reguladores de la humedad. Las ruedas de repuesto, no carenadas, para facilitar su manejo. Asimismo, la tripulación puede acceder rápidamente a las herramientas de a bordo, sin tener que manipular una caja. Otro ejemplo: las tuercas de las ruedas se pueden colocar en una zona magnética integrada en la carrocería en caso de pinchazo y así evitar perderlas en la arena. Una idea inspirada por la experiencia de un piloto Dacia.

Asimismo, los ingenieros han trabajado especialmente en la ligereza para reducir el consumo de combustible. El peso total se ha reducido en aproximadamente 15 kg respecto a prototipos equiparables utilizando un chasis tubular más ligero, eliminando todos los paneles de carrocería superfluos y utilizando carbono para los demás, eliminando todos los elementos decorativos y optando por un motor más compacto y ligero. Para optimizar la tracción y el comportamiento dinámico del Sandrider, la distribución del peso entre la parte delantera y trasera se ha incrementado significativamente en el tren delantero. Así, los ingenieros lograron una reducción del 10% de la resistencia y del 40% de la sustentación con respecto a prototipos equiparables. Como parte de este trabajo, se prestó especial atención a las entradas de aire que permiten la refrigeración del motor.

Por último, está equipado con un motor que utiliza combustible sintético suministrado por Aramco. Una solución sencilla y accesible para reducir su impacto medioambiental. Los combustibles sintéticos de Aramco se producen combinando hidrógeno renovable con CO2 capturado, lo que proporciona un producto con bajo contenido de carbono compatible con los motores actuales. El Dakar es el campo de experimentación ideal para esta tecnología de la marca Dacia.