Reino Unido destina 118 millones para fomentar la conducción autónoma

Es esta fecha, 2025, la que está presente en casi todas las previsiones de la conducción autónoma. El Gobierno de Reino Unido es la que se ha fijado para tener lista una legislación que favorezca la aparición de este tipo de vehículos en sus carreteras. Para ello, ha afirmado que destinará 118 millones de euros (100 millones de libras) y que aprobará una legislación permisiva.

SI bien tienen en cuenta que de cara a 2023 se permitan algunas capacidades semiautónomas en autovías, el objetivo es el de hacer que el Nivel 5, en el que no hay necesidad de que los vehículos tengan controles como pedales o volante, esté operativo. Para ello, el Gobierno proveerá 35 millones de libras para investigación de seguridad.

El secretario de Transporte, Grant Schapps, afirmó que quieren que Reino Unido «esté a la vanguardia del desarrollo y uso de esta tecnología. Estamos invirtiendo millones en I+D para poder hacernos todos los beneficios que podría brindar a la sociedad».

Sin embargo, uno de los dilemas que plantea la conducción autónoma es el de la responsabilidad en caso de un accidente. «Las nuevas leyes contemplan que los fabricantes serán responsables de las acciones de los vehículos mientras estén en conducción autónoma, por lo que los conductores humanos no», afirmó el Ejecutivo en un comunicado.

Según los cálculos del Gobierno, este sector podría generar 38.000 empleos y alcanzar una facturación de 42.000 millones de libras. Además, en el presupuesto de los 100 millones, se contemplan 20 millones para incentivar la creación de servicios comerciales autónomos, de forma similares a los Goggo que operan en Zaragoza desde hace un mes.

La legislación no es el único freno al que se enfrenta la conducción robótica, sino también la presencia de unas infraestructuras que permitan el intercambio de datos a la velocidad necesaria para que estos vehículos puedan circular de manera segura.

En España, esta situación está desarrollada, pero no lo suficiente. Según el primer Informe del Vehículo Autónomo y Conectado llevado a cabo por la asociación nacional de fabricantes, Anfac, nuestro país alcanzó una puntuación de 50,5 sobre 100, lejos de los líderes EEUU (67,8 puntos), Suecia (63,3) o Finlandia (62,5).

España destaca por su calidad de red de carreteras, pero tiene mucha capacidad de mejora en lo que se refiere a la red de telecomunicaciones y en cuanto a la inversión en nuevas tecnologías.