Al volante del nuevo 911

Con más de 700.000 unidades vendidas en todo el mundo y seis generaciones a sus espaldas, al Porsche 911 le tocaba una renovación mayor que las mejoras introducidas en 2008. Sus responsables lo han conseguido modificando o cambiando el 90 % de las piezas. Sigue siendo un inconfundible 911, pero ha cambiado mucho. Exteriormente ha crecido 5 cm en longitud, y 10 en batalla. Más asentado y un poco más habitable, afila estampa (ver vídeo sobre estas líneas) con «guiños» como las ópticas traseras, más estilizadas y LED. Las llantas llegan a 20 pulgadas.

El 911 aterriza en versiones Carrera (99.393 euros) y Carrera S (115.456 euros) de tracción trasera, que sitúan potencia en 350 CV, el primero (antes 345), y en 400, el segundo (antes 385 CV). Sin embargo, el consumo baja de forma considerable: 9,5 o 9 l/100 km, que son 8,7 u 8,2 con cambio PDK.

Estos responde a varios factores. En el Carrera sobresale la reducción de cilindrada de 3,6 a 3,4 litros, y en el Carrera S el trabajo del motor, que ahora rota a un régimen más elevado. De serie aportan cambio manual de 7 velocidades, mientras que la transmisión auto secuencial de doble embrague PDK añade arranque y parada automáticos. Con ambas cajas, una vez engranada la séptima el consumo se reduce, pues es en sexta donde alcanzan la velocidad punta.

También, y como novedad, con la caja PDK el nuevo 911 puede navegar «a vela», como en los Porsche híbridos . Esta función desacopla el motor cuando se circula a velocidad estable o ligeramente cuesta abajo ahuecando el pie del acelerador. En este caso, en vez de retener el coche se mantiene una velocidad por inercia que ayuda a reducir el consumo casi un litro, según situaciones.

Achacable del anterior 911 era la dirección, un tanto nerviosa sobre todo a alta velocidad; pero esto ha cambiado. El nuevo dispone de un ancho de vía delantero mayor (46 mm en el Carrera y 52 en el Carrera S), nuevo diseño del tren trasero, así como de una nueva dirección asistida electromecánica que funciona de miedo y permite enlazar curvas sin atisbo del citado «nerviosismo». Además, estos 911 llevan un evolucionado –(de serie en el Carrera S y opcional en el Carrera) Porsche Active Suspension Management (PASM), con el que regulan la dureza de las suspensiones según la conducción; nuevo Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC), que casi elimina balanceos en curva y permite al neumático apoyar plenamente; y Porsche Torque Vectoring (PTV), que frenando la rueda trasera interior y aportando más par a la exterior mejora la entrada y salida de virajes enrevesados.

Dentro, el 911 ha evolucionado a mejor gracias al aumento del hueco para las piernas (25 mm delante y 6 detrás). El salpicadero, inspirado en el del Panamera , exhibe una consola central más ergonómica con los mandos agrupados de forma más lógica. Los asientos deportivos de cuero con ajustes eléctricos son de serie, y hay una pantalla TFT junto al cuentarrevoluciones con información configurable sobre el estado del vehículo, el sistema de audio, el teléfono, el navegador el ordenador de a bordo y el control de la presión de los neumáticos. Además, el alumbrado cambia automáticamente de cruce a carretera, el audio Sound Package Plus integra nueve altavoces de serie, display de siete pulgadas y reproductor de CD/DVD/MP3, y no falta un moderno climatizador dual más potente y silencioso.