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Distintas medidas permiten aquilatar de forma apreciable el consumo del Roadster teutón.
BMW

Porsche Boxster, diversión al descubierto

Que tras cinco horas tras el volante sigas queriendo más es algo que pocos coches consiguen. Sucede en el nuevo Boxster, que hubiésemos conducido otras cinco horas más sin problemas. Está a la venta desde 52.789 euros.

s. ibañez
Saint Tropez (Francia) Actualizado: Guardar
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Un Porsche y además descubierto, como el nuevo Boxter, puede ser uno de los mayores placeres cuando se disfruta conduciendo a ritmo «alegre». Evidentemente, también se disfruta a ritmo legal, pero una vez se escucha rugir a cualquiera de sus dos motores es difícil resistirse al acelerón para salir disparados. ABC Motor lo ha podido experimentar en un espectacular recorrido por los Alpes Marítimos franceses, un paraje sensacional por sus vistas, curvas y pequeñas rectas entre ellas. Y es que los nuevos Boxster, con las modificaciones recibidas, son aún más divertidos que antes y permiten ir realmente rápido con total garantía.

Como a los últimos 911, a los nuevos Boxster las ganancias en longitud, distancia entre ejes y vías, junto a una significativa reducción del peso les han sentado de maravilla.

Aunque mínimo, el aumento de tamaño permite situar las ruedas más en los extremos, reduciendo voladizos y aportando más aplomo y manejabilidad, con reacciones más nobles que antes. Si se opta por el sistema de amortiguación PASM (Porsche Active Suspension Management), que regula la dureza de las suspensiones en función de la conducción con posiciones Normal y Sport, y por el también opcional Porsche Torque Vectoring (PTV), que actúa selectivamente sobre el freno de la rueda trasera interior mejorando de forma sustancial el comportamiento y la precisión de la dirección, entonces conducir el nuevo Boxster se convierte en auténtico placer para los sentidos.

Volviendo a sus dos mecánicas de gasolina aspiradas, han recibido mejoras importantes. Siguen partiendo del bóxer de seis cilindros opuestos, pero con un pequeño incremento de potencia y una reducción de consumos gracias, entre otros, a una inyección directa más depurada, a un sistema eléctrico de recuperación de energía, a la nueva gestión térmica del propulsor y a la función start-stop.

Con estas modificaciones, el Boxster básico de 265 CV (10 más que antes para alcanzar 264 km/h y 5,8 segundos en el 0 a 100 km/h) consigue 7,7 l/100 km asociado a la magnífica caja de cambios automática y secuencial PDK, de doble embrague; en el Boxster S de 315 CV (67.640 euros, 279 km/h y 5,1 segundos hasta 100 km/h) el gasto es de 8 l/100 km. Eso si, siempre que no se exprima la caballería con decisión, porque entonces la cosa cambia, si bien tras pagar los 52.789 euros que cuesta la versión más accesible el consumo no debería ser un problema, ¿no?

El interior de los nuevos Boxster también ha recibido mejoras y modificaciones. Tomando por base la del Panamera, presenta una prominente consola diseñada hacia delante donde todos los mandos quedan agrupados por temas y son más fáciles de acceder y localizar. Además, los asientos deportivos de serie, al aumentar la batalla del coche, ganan 25 mm en el hueco para las piernas. Junto a los reglajes eléctricos del respaldo, dar con la mejor postura de conducción es sencillo.

Y como en el resto de la gama Porsche, hay innumerables posibilidades opcionales: asientos más deportivos, mejor sistema de sonido (con 185 watios o incluso de 445, firmado por BOSE y con diez altavoces), navegador con pantalla de siete pulgadas, climatizador bizona, iluminación bixenón PDLS...

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