Mazda CX-30 e-Skyactiv X: más eficiencia y rendimiento

La nueva mecánica, ya disponible también para el Mazda3, conjuga las ventajas de una mecánica diésel y de una gasolina , es decir mejores prestaciones con un consumo reducido de carburante, gracias a un innovador sistema de inyección controlado por chispa (SPCCI) mediante una bujía. En su evolución, el e-Skyactiv X ofrece más par, y lo hace de manera más elástica y constante, gracias, entre otras mejoras, a una reducción de la relación de compresión (de 16.3:a a 15.0:1).

Está disponible tanto para las versiones con transmisión manual - particularmente recomendable por su recorrido corto y preciso - como Skyactiv-Drive de seis velocidades, y con tracción delantera o total.

Para el usuario, las principales ventajas del nuevo e-Skyactiv X son un mayor brío (la potencia, además, se incrementa en seis CV, hasta los 186CV, y el par aumenta en 16 Nm) y unas mejores prestaciones (el par máximo sube hasta 240 Nm a 4.000 rpm), con un consumo de combustible inferior en casi medio litro (situándose en el entorno de los 5,7 litros a los cien, una gran marca para una mecánica de 180CV). De forma paralela, también es más sostenible, al emitir ocho gramos menos de CO2 a los cien kilómetros.

Mazda también ha realizado actualizaciones en el sistema M Hybrid híbrido que va a asociado a dicha mecánica. Aunque se mantiene la misma batería de 24 voltios , alimentada mediante un generador reversible con un generador alternador -que aprovecha la energía de las frenadas-, se ha actualizado el software de control, con el objetivo de ofrecer unas reacciones más rápidas. El resultado de todo ello es una mayor agilidad en carretera al afrontar todo tipo de situaciones de conducción. 

En el interior dominan los materiales de buena calidad y el ajuste es excelente. La particularidad de Mazda es que, al contrario que otros muchos fabricantes, ha optado por no introducir un control táctil del infoentretenimiento. La pantalla central de infoentretenimiento, de 8,4 pulgadas, se sitúa a la vista pero no al alcance de la mano.

Abandona así toda pretensión de ser manejada mediante el tacto , lo que, según los ingenieros de Mazda, supone una distracción, y permite únicamente interactuar mediante el mencionado HMI. Un head-up display que proyecta directamente sobre el parabrisas completa al cuadro de instrumentación, mostrando información sobre la navegación y la velocidad máxima permitida en la vía.

En la consola central conviven la palanca de transmisión y el mando rotatorio HMI Command , que sirve para interactuar con el sistema. También ahí se sitúa el freno de estacionamiento eléctrico y un botón giratorio que permite al copiloto ajustar el volumen del sonido, que en nuestra unidad de prueba procede del sistema opcional Bose, con 12 altavoces.