Honda venderá el CR-V en noviembre

Honda ha desvelado los detalles preliminares del nuevo CR-V, que venderá en España en noviembre, y que por vez primera, aunque sólo con motor de gasolina, va a comercializar en tracción delantera y cambio manual, cuando sus predecesores (tres generaciones) sólo estaban disponibles en tracción total (conectable). Éste también la ofrecerá, ahora mediante control electrónico para ganar eficacia y restar peso.

De aspecto casi simétrico al anunciado por el ensayo del mismo nombre, el nuevo modelo mide 4,57 metros de largo, es decir, medio cm menos que hasta ahora, y también se deja por el camino 3 cm de altura. Su habitabilidad viene a ser la misma, porque ahora los asientos van situados en una posición más baja, mientras que el maletero aloja 65 litros extra, hasta alcanzar unos soberbios 589.

Con la misma altura libre bajo el suelo, lo que le capacita sortear pistas y caminos siempre que las dificultades no sean de calado, el CR-V presenta un parabrisas más adelantado y seis grados más inclinado para mejorar la huella aerodinámica, un 6% más favorable a partir, también, del piso inferior del vehículo completamente carenado.

Está impulsado por un motor de gasolina aspirado o un diésel turbo, el primero de 155CV y el segundo de 150 CV. Uno y otro se asocian de serie a un cambio manual (en opción auto secuencial), y proceden de la anterior etapa, pero con mejoras de fondo encaminadas a reducir fricciones internas y mejorar así la eficiencia (al parecer, con gasolina y tracción total exigirá un 10% de carburante de promedio). Uno y otro contarán, de paso, con sistema de parada y arranque automáticos de motor, para semáforos y otras detenciones, Stop and Start.

Equipado con control de descensos, el nuevo CR-V estrena mantenimiento de carril con corrección sobre la dirección servoeléctrica (hasta un 80% de la fuerza en ésta), un nuevo display informativo de color y 5 pulgadas para, entre otros, mostrar indicaciones de la navegación y la imagen de la cámara de retroceso, y sobre todo un avanzado dispositivo de seguridad.

Éste opera desde 15 km/h, y actúa en tres etapas: una primera de aviso -mediante alertas acústicas y visuales- de riesgo inminente de colisión con el vehículo precedente, una segunda que actúa parcialmente sobre los frenos y tensa los cinturones de seguridad, y una última o tercera que funciona cuando el choque es inevitable, aplicando toda la presión disponible sobre los frenos para mitigar al máximo los daños. También podrá dotarse de programador activo de velocidad, y que opera de 30 a 180 km/h.