Honda CB650R Y CBR650R. dos motos con carácter diferenciado

Es común el chasis de acero, que abraza al motor por la parte superior y también el conjunto de suspensiones, con una horquilla invertida Showa BFF de 41 mm y monoamortiguador trasero. Los frenos utilizan pinzas de cuatro pistones y anclaje radial de comportamiento impecable en potencia y dosificación, además de contar con ABS en ambos trenes . También el propulsor es el mismo cuatro cilindros de 649 cm3, que ofrece 95 CV a 12.000 rpm. en ambas motos. Sus conductos de admisión son diferentes y ello repercute en ligeras diferencias de comportamiento al abrir gas, curiosamente más directo en la CB. Se ha modificado el embrague y cambio para un funcionamiento más suave y preciso, además de contar con sistema "anti-rebote" y la posibilidad de montar "Quick Shifter" para subir de marcha sin cortar gas. También estará disponible en versión limitada para carnet A2.

El cuadro de mandos es completamente digital con pantalla LCD, moderno en su diseño aunque se agradecerían unos dígitos más grandes para mejorar su lectura de un vistazo rápido. Ambas motos equipan conjunto de luces 100% LED . Se mejora el equipamiento de seguridad con un control de tracción HSTC y un interesante sistema de indicadores de emergencia que activa los cuatro intermitentes en caso de fuertes deceleraciones.

Es destacable el esfuerzo en la optimización del diseño de la parte ciclo que han supuesto una reducción de 6 kg. respecto a sus predecesoras, detalle que se nota y mucho en la manejabilidad de ambos modelos.

Sin duda el grueso de ventas recaerá sobre la naked, una preciosa moto que viene a completar la familia de "Neo Sports Cafe". Esta CB está cuidada hasta el último detalle y llama la atención gracias a la mezcla de estética retro, como los escapes oblicuos que recuerdan a la CB400, con detalles de última generación como la impronta LED del faro delantero o la acertada combinación de colores del motor. Y para los más deportivos, la nueva CBR650R acerca su estética a la radical deportiva Fireblade 1000, pero con una posición de conducción menos extrema y aceptable para un uso diario.

Una vez en marcha las diferencias se acentúan. En la CB vamos en una cómoda posición de manos y espalda, su ergonomía es perfecta para el día a día, con una altura de asiento accesible a todos los públicos. Por comportamiento de motor admite sin problemas un uso tranquilo a pocas rpm sin tirones y bastante lleno en bajas y medias y aunque lo bueno empieza sobre las 7.000 rpm. pocas llegaremos ahí en ciudad. Se mueve bien entre coches, su manillar alto y no muy ancho le otorga gran manejabilidad. Pero también tiene una personalidad revoltosa cuando salimos a carretera abierta y estiramos el motor buscando los 95 CV, corre y mucho. Va de curva a curva con aplomo y es segura y divertida, aunque nuestro cuello nos recuerda la ausencia de carenado.

La CBR es la hermana deportiva, su afilado carenado no ofrece dudas y su postura es más "al ataque" aunque sin ser radical. La CBR gusta de espacios abiertos donde poder aprovechar los magníficos altos que tiene este motor, la buena protección de su carenado y el equilibrado comportamiento de frenos y suspensiones que hacen pasar los km. con una sonrisa bajo el casco. Si buscas ir ligero la postura de manos y pies requiere de más trabajo de cintura y piernas, junto con la posición del cuerpo, para cambiar de trayectoria y mantenerla siempre en la buena trazada.

En resumen, dos motos muy equilibradas, con una doble faceta, naked o deportiva, de cuidada estética y muy bien hechas, pensadas para una diversión lógica y accesible en cualquier terreno.