Lo que han encontrado unos ingenieros al destripar las baterías del ByD y Tesla

El avance imparable de la movilidad eléctrica ha puesto de manifiesto la importancia crítica de las baterías de ion de litio. Sin embargo, su desarrollo no es tarea sencilla, ya que implica un delicado equilibrio entre diversos factores que determinan el éxito de los vehículos eléctricos del futuro.

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Según recientes estudios y análisis de la industria, la elección de la química de las celdas y el tamaño de las mismas se ha convertido en una decisión crucial para los fabricantes. Estos factores influyen directamente en el rendimiento, la autonomía y el coste de los vehículos eléctricos, elementos que definen su competitividad en el mercado.

Un grupo de ingenieros de la Universidad Técnica de Aquisgrán (RWTH Aachen) ha llevado a cabo un estudio comparativo exhaustivo de baterías de vehículos eléctricos de Tesla y BYD. Los resultados de su investigación, publicados en la revista científica «Cell Reports Physical Science», ofrecen información valiosa sobre las diferencias tecnológicas y de rendimiento entre las baterías de estos dos fabricantes líderes.

Los ingenieros desmontaron y analizaron en profundidad baterías de vehículos eléctricos de Tesla y BYD con el objetivo de comprender las diferencias en diseño, materiales y rendimiento.

Se analizan aspectos como la composición química de las celdas, el diseño del paquete de baterías y los sistemas de gestión térmica. Los investigadores evaluaron el rendimiento de las baterías en diferentes condiciones, incluyendo carga y descarga, temperatura y ciclos de vida.

Este estudio proporciona una visión detallada de las tecnologías de baterías utilizadas por dos de los principales fabricantes de vehículos eléctricos del mundo, lo que puede contribuir al avance de la movilidad eléctrica.

Como conclusiones los científicos han determinado que la celda BYD Blade muestra la mitad de las pérdidas de energía por volumen que la celda Tesla 4680 con la misma tasa de carga (C). Esto sugiere una mayor eficiencia energética en la batería de BYD, que utiliza soldadura láser y ultrasónica. Esta combinación podría influir en la eficiencia y durabilidad de la batería.

En cuanto a los materiales de electrodos y densidad de energía, el estudio también destaaca imporatntes diferencias. Así, la batería BYD Blade es LFP - fosfato de hierro y litio), con 160 Wh/kg y 355,26 Wh/l. Mientras que labatería de Tesla 4680 (NMC811) tiene 241,01 Wh/kg y 643,3 Wh/l. esdto demostraría que la batería de Tesla tiene una mayor densidad de energía.

Respecto a los ánodos y aglutinantes, ambas celdas utilizan ánodos de grafito sin dióxido de silicio. En el ánodo de la celda Tesla 4680 se detectaron ácido poliacrílico (PAA) y óxido de polietileno (PEO) como aglutinantes.

En su introducción, este trabajo publicado en Cell Reports Physical Science explica que la química de las celdas es un factor determinante en el rendimiento de las baterías. Las baterías de fosfato de hierro y litio (LFP), por ejemplo, destacan por su rentabilidad y longevidad, lo que las hace ideales para vehículos eléctricos asequibles. Por otro lado, las químicas con alto contenido de níquel, como NMC811, ofrecen una densidad energética superior, lo que las convierte en la opción preferida para vehículos de alto rendimiento y mayor coste.

La elección entre estas químicas depende del enfoque del fabricante, que tien que elegir entre priorizar el coste, la autonomía o el rendimiento. Esta decisión estratégica definirá el tipo de vehículo eléctrico que llegará al mercado y su público objetivo.

En los últimos años, se ha observado una clara tendencia hacia el desarrollo de celdas de mayor tamaño. Esta estrategia permite aumentar el contenido de energía por celda producida y, al mismo tiempo, disminuir la complejidad de integración a nivel del sistema. El resultado es una mayor eficiencia y una reducción de costes en la fabricación de baterías.

En definitiva, el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos es un desafío complejo que requiere un enfoque equilibrado. Los fabricantes deben considerar cuidadosamente la química de las celdas, el tamaño de las mismas y otros factores clave para ofrecer vehículos eléctricos que satisfagan las necesidades de los consumidores y contribuyan a la transición hacia una movilidad más sostenible.

Las ventas del fabricante de automóviles Tesla se desplomaron un 49% en febrero respecto al mismo mes del año anterior en China, hasta los 30.688 vehículos, según datos de la Asociación de Turismos de China. Las entregas al por mayor de Tesla en China cayeron al nivel más bajo en más de dos años y medio el mes pasado. En concreto, los resultados del mes de febrero son la cifra más baja desde julio de 2022, cuando entregó 28.217 vehículos eléctricos.

La cifra de febrero se sitúa por debajo de la lograda en enero, cuando entregó 63.238 vehículos procedentes de su fábrica de Shanghai. El débil rendimiento en China también se suma a una serie de descensos de ventas en los principales mercados de Europa. Por ejemplo, en Alemania, la caída de Tesla fue del 76,3% interanual, hasta las 1.429 unidades. En Francia, descendieron un 26,2% en febrero, con 2.395 registros. En Italia, bajaron un 54,5% anotando 843 matriculaciones, con más de 1.000 ventas menos. En España, las ventas acumuladas de Tesla en enero y febrero suman 656 unidades, un 42,25% menos. Solamente la marca de Elon Musk creció en el mes de febrero en Reino Unido con 3.852 comercializaciones, un 20,68 más en valores interanuales.

BYD, que dejó de fabricar vehículos propulsados íntegramente por combustibles fósiles en 2022, vendió 1,76 millones de coches impulsados por baterías (casi los mismos que todos los de Tesla en 2024). Incluyendo los híbridos, BYD vendió 4,25 millones de turismos el año pasado.

Tesla se está viendo afectado por el auge de los fabricantes nacionales chinos que ofrecen una gama de coches cargados de nuevas tecnologías y a un precio más asequible para los conductores locales y extranjeros.

Por último, en todo el mundo, Tesla vendió 1,79 millones de vehículos eléctricos el año pasado, un 1% menos de lo que entregó en 2023 y también por debajo de las estimaciones de los analistas.