El estallido de la burbuja del vehículo eléctrico ha supuesto pérdidas de 1,5 billones de euros

Después de la pandemia, las marcas de coches eléctricos vieron un interés por parte de los inversores en bolsa, principalmente aupadas por el éxito de Tesla, que registró su primer año en positivo e hizo que el valor de sus títulos se disparase de unos 80 dólares al entorno de los 800.

Esto inició una nueva fiebre del oro cero emisiones, en la que los inversores vieron como sus activos se multiplicaban, incluso a pesar de no contar con productos tangibles o con cuentas de resultados cuestionables.

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Ninguna de esas siete empresas se ha acercado a un ejercicio en positivo, como tampoco lo han hecho otras con productos en el mercado: XPeng, NIO, Polestar, Lotus, Lucid, VinFast o Rivian.

Todas estas superan los 1.000 millones de capitalización de manera individual y, conjuntamente, están en torno a los 58.000 millones de dólares. En su punto más alto, la suma entre todas era de unos 650.000 millones, aupadas principalmente por el interés desmesurado en la vietnamita VinFast, que superó los 200.000 millones en las primeras semanas de su cotización.

A día de hoy, solo existen tres marcas especializadas en coches cero emisiones con cuentas en números negros: Tesla, BYD y Li Auto. Sus acciones suponen unos 650.000 millones, cuando en su pico, superaron los 1,4 billones de dólares.

La capitalización bursátil de los coches eléctricos está en torno a los 700.000 millones, de los cuales tres cuartas partes se corresponden a Tesla. En su pico a mediados de 2022, la cotización era más del doble: 1,5 billones de dólares.

Hay otras marcas tradicionales que también están produciendo vehículos eléctricos como General Motors, Ford, Stellantis, Renault o Volkswagen. En 2023 registraron los valores más altos de sus acciones.

Por ejemplo, los 'Big Three' de Detroit, –GM, Ford y Stellantis–, tienen una capitalización combinada de 185.000 millones, cuando su pico alcanzó los 320.000. Estos tres fabricantes vienen de una tradición automotriz de 100 años y son rentables, aunque los inversores nunca los valoraron como las acciones de alto crecimiento de eléctricos.