Coches eléctricos desde 25.000 euros para hacer más accesible la electromovilidad

Sobre todo porque su precio de adquisición sigue siendo más elevado que uno equivalente de combustión. Además la autonomía de los coches eléctricos aún es inferior a la de los vehículos de combustión, aunque está aumentando rápidamente.

Si bien es cierto que las principales marcas arrancaron su oferta comercial de vehículos eléctricos en las gamas más altas, en los últimos meses están llegando al mercado modelos más asequibles.

Desde unos 25.000 euros ya es posible comprar un coche 100% eléctrico con una autonomía de unos 300 kilómetros, suficiente para su utilización en el día a día, e incluso para plantearse realizar algún viaje de largo recorrido aprovechando la creciente red de puntos de recarga pública existentes en España.

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Según los datos más recientes proporcionados por ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones), se contabilizan en la actualidad más de 38.725 puntos de recarga de acceso público operativos, lo que supone un aumento del 32% en comparación con el año anterior, lo que equivale a 9.424 nuevos puntos.

Como punto negativo, ANFAC denuncia que existen puntos de recarga que, aunque instalados, no están operativos, y la señalización de los puntos de recarga es deficiente, sobre todo en autopistas y autovías.

Entre los puntos a favor de los vehículos eléctricos destaca que no emiten gases contaminantes ni partículas a la atmósfera durante su funcionamiento, lo que contribuye a mejorar la calidad del aire en las ciudades y a reducir el efecto invernadero.

Los motores eléctricos son mucho más silenciosos que los de combustión, lo que disminuye la contaminación acústica en entornos urbanos, y además convierten un mayor porcentaje de la energía en movimiento en comparación con los motores de combustión, lo que se traduce en un menor consumo energético.

El principal obstáculo para el consumidor sigue siendo el precio de este tipo de vehículos, consecuencia del hecho de que apenas hay coches eléctricos de segunda mano y los nuevos siguen siendo «por lo general un poco más caros que el mismo modelo y versión con motor de combustión», según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Según Arturo Pérez de Lucía, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), el precio de los vehículos eléctricos se ha ido reduciendo en los últimos años y se prevé que, en torno a 2026 la paridad sea generalizada. Considera que «de todas formas, una cosa es el precio de los vehículos y otra el coste durante su vida útil, y ahí es donde el vehículo eléctrico es sensiblemente más competitivo frente a sus espejos de combustión». Desde su punto de vista «democratizar la movilidad pasa no solo por el acceso a vehículos más baratos, sino también a soluciones que permitan no tener que depender de un vehículo privado, habida cuenta de que en España tenemos uno de los parques más envejecidos de Europa, con una media de más de 14 años de antigüedad. En ese sentido, la movilidad eléctrica compartida está jugando un papel importante en las ciudades».

Las cifras analizadas por la OCU, pese a la ventaja del precio del coche de combustión frente al eléctrico, son favorables hacia el vehículo enchufable. Desde esta organización calculan que la diferencia de precio se amortiza rápidamente, gracias a que recargar el coche con electricidad cuesta mucho menos que repostar gasolina.

La OCU propone como ejemplo el de un compacto de tipo medio. Según sus cálculos el coste en combustible cada 100.000 km sería de 10.500 euros en un Volkswagen Golf, frente a 3.500 euros de media en un Volkswagen ID3, que sería su equivalente eléctrico. Es decir, se ahorran 7.000 euros cada 100.000 km, con lo que los 3.000 euros de sobrecoste se amortizan en menos de 60.000 km. Esto supone entre solo dos o tres años.