La patronal europea alerta de la falta de liquidez inminente en las empresas de automoción

Así, ACEA ha señalado que sin ingresos, muchos fabricantes de vehículos y componentes tendrán problemas de liquidez, ya que los niveles de efectivo disponibles en la actualidad podrían quedarse escasos "en cuestión de meses".

"El impacto financiero de la crisis del Covid-19 en la industria automovilística es grave. Tanto la producción como las ventas de vehículos se han detenido repentinamente en la mayoría de Europa y en otras regiones del mundo", ha asegurado la asociación.

También ha lamentado la situación de los trabajadores , ya que muchos de ellos forman parte de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), por lo que en ocasiones perciben una prestación inferior a su salario, aunque sus facturas, alquileres e hipotecas "permanecen sin cambios".

Por su parte, las empresas necesitan financiar sus operaciones y en la situación actual, a juicio de ACEA, "será difícil obtener nueva financiación de bancos comerciales o inversores".

De esta manera, ACEA ha puesto el foco en las diferentes medidas tomadas por las diferentes instituciones de la Unión Europa, como el nuevo programa de compra de bonos soberanos emitidos por los Estados miembros que el Banco Central Europeo ha puesto en marcha, el plan del Banco Europeo de Inversiones de movilizar hasta 40.000 millones de euros en financiación y las ayudas estatales directas que la Comisión Europea concederá a los países que la necesiten, entre otras.

El coronavirus ha paralizado a medio mundo . Un frenazo en seco que ha sufrido también el sector del automóvil que suponía, hasta el pasado viernes, el 10% del PIB, empleando al 9% de la población activa . Fábricas, proveedores, concesionarios y talleres han bajado la persiana como resultado de la expansión del coronavirus como medida de precaución para evitar los contagios entre sus empleados y clientes.

La totalidad de las fábricas de automoción en España han parado su actividad como consecuencia de estado de alarma, ante la falta de suministros, para prevenir contagios o por la aparición de algún caso entre sus plantillas. Como ejemplos, Mercedes-Benz cierra su fábrica de Vitoria, Iveco la de Madrid, y el grupo PSA ha cerrado en estos días sus plantas de Madrid, Vigo y Zaragoza. Seat Martorell, Nissan Zona Franca, Ford Almusafes y Volkswagen Navarra también han bajado la persiana, al igual que Renault en Sevilla, Palencia y Valladolid.

También la falta de componentes y el evitar la propagación del virus ha obligado a echar el cerrojo a las fábricas de automóviles en toda Europa. Las marcas BMW, Mini y Rolls Royce cierran sus 14 factorías en Europa hasta el 19 de abril. Mercedes-Benz cierra sus ocho factorías en Alemania y 1 en Hungría. Fiat Chrysler sus seis plantas en Italia, una en Serbia y otra en Polonia.

Por su parte, Ford baja la verja de sus plantas alemanas de Colonia y Saarlouis y la rumana de Cracovia. PSA cierra en Mulhouse, Poissy, Rennes, Sochaux y Hordain (Francia), Eisenach, Rüsselsheim (Alemania), Ellesmere Port y Luton (Gran Bretaña), Gliwice (Polonia), Mangualde (Portugal), y Eslovaquia. También Renault sus doce factorías en Francia, y las dos fábricas que tiene en Marruecos.

Toyota ha parado su producción en las fábricas de Burnaston Deeside (Reino Unido), la francesa de Onnaing, sus dos instalaciones polacas de Walbrzych y Jelcz-Laskowice y la actividad en su factoría conjunta con Grupo PSA en Kolin (República Checa), y Turquía. De igual modo, Volkswagen también cierra en Alemania, Setúbal (Portugal), Bratislava y Eslovaquia, y las factorías de Lamborghini y Ducati en Italia y Alemania. Finalmente, Nissan se ha visto forzada a detener la producción en su planta ubicada en la ciudad de Sunderland (Reino Unido).