José María Terol (Mazda): «Todos los coches van a subir de precio a partir del año que viene»

En este sentido, el directivo detalla que «a pesar de que el año ha empezado un poquito flojo», en la segunda parte del año «las ventas se pueden acelerar. En parte porque esperamos que la confianza del consumidor vaya mejorando, y porque a medida de que los clientes vayan tomando conciencia de que los precios de los coches previsiblemente van a crecer en 2020 se produzca un efecto de anticipación de compras a finales de este año».

—¿Por qué subirán?

—Porque entrará en vigor la normativa europea de emisiones con el límite de 95 gramos de CO2 de promedio. Con las multas que van aparejadas de 95 euros por gramo que lo supere respecto a la media de las emisiones, por coche vendido, el cliente se va a ver enfrentado a un dilema. O compra coches que cumplan con esa normativa, lo que básicamente va a implicar que sean coches con una tecnología que tiene un coste, cara (híbridos, enchufables, eléctricos…) o coches con una tecnología convencional, que va a tener que soportar el pago de la multa. De una manera u otra van a tener que pagar más. Salvo que los fabricantes asuman sobre sus espaldas el pago de las multas, cosa que no parece probable al medio plazo, ya que son multas considerables.

—En 2019 Mazda «se la juega» con una nueva generación de producto...

—Nuestra previsión es de continuidad en las ventas, pero estamos ya pidiendo producción adicional porque cuando hemos podido tocar los nuevos lanzamientos de este año, nos ha insuflado optimismo. Aún no sabemos si la vamos a conseguir. En el peor de los casos venderíamos un volumen similar al año pasado, si la conseguimos podríamos llegar a vender 22.500 coches.

—¿Qué bazas ofrecerán?

—A la gama actual se incorpora el nuevo Mazda3, que inaugura una generación basada en la evolución del lenguaje de diseño Kodo, más refinado, sofisticado y elegante. Estrena el motor Skyactive X, un gasolina con la eficiencia de los diesel, en los que el encendido de la combustión se produce por compresión. Logra un consumo espectacular, con un sistema de hibridación que les permite tener la etiqueta ECO. También hemos anunciado un SUV para el Salón de Ginebra, totalmente nuevo, con nueva plataforma y nuevos motores.

—¿Se imagina un mundo sin motores de combustión?

—En mi mundo teníamos la costumbre de hablar de entornos de entre uno y cinco años vista. Cuando empezabamos a hablar a partir del segundo o tercer año lo hacíamos con mucha cautela, sabiendo que intentar hacer predicciones empieza a ser extraordinariamente complicado. Hoy todo el mundo habla de 2040 con una familiaridad extraordinaria. Me sorprende, que todo el mundo sepa lo que va a ocurrir.

—¿Un plan de incentivos podría relanzar las ventas tras 5 meses en rojo?

—Cualquier ayuda que vaya dirigida a un segmento del mercado inferior al 1%, como el de los eléctricos, no va a mover la aguja respecto a si el mercado se puede reactivar o no. Los resultados de las medidas que se han tomado hasta ahora a la vista están: las emisiones medias de los coches que se venden en España están subiendo. Y muchos clientes están retrasando su decision de compra. A corto y medio plazo, de tres a cinco años, la manera más eficaz de reducir las emisiones es impulsar la renovación del parque cambiando vehículos muy antiguos y muy contaminantes por vehiculos modernos menos contaminantes. Con un enfoque que sea neutral tecnológicamente, porque no tiene sentido promover la venta de una determinada tecnología en detrimento de otra, sino que deberían enfocarse en las emisiones medidas de la forma más realista posible.

—¿Las declaraciones políticas deforman el mercado?

—Es un hecho. Parecen incentivarse exclusivamente algunas soluciones que luego en términos reales no son alternativas válidas para la inmensa mayoría de los clientes. Y por consiguiente vemos ese resultado final, que las emisiones medias de los coches nuevos suben. Cualquier tecnología se puede aplicar muy bien o muy mal. Puede haber un híbrido enchufable muy eficiente, pero también un híbrido enchufable que sea un desastre. Debemos incentivar la venta de los coches que tengan emisiones más bajas, independientemente de su tecnología.

—Hay 50 planes locales de calidad del aire y 4 leyes autonómicas de Cambio Climático. ¿Debe centralizarse lo relacionado con el automóvil?

—Es un gravísimo problema en un sector como el automóvil, que requiere unas grandísimas inversiones y a muy largo plazo. La UE establece en los programas Euro las normativas de emisiones y luego llegan las distintas administraciones regionales y locales y añaden otro tipo de normas. Para el fabricante esto es una pesadilla: la inestabilidad es enorme.