El coronavirus no para a los «imaginadores» de coches: «Nos está empujando aún más en el mundo digital»

«Lo que hace pocos años requería horas ahora se puede hacer en pocos minutos», asegura Bischoff por videoconferencia, mientras modela, en unos pocos pasos, el frontal de un Golf GTI de octava generación con una herramienta digital, con un toque final tan realista que su creación podría perfectamente estar aparcada frente a la ventana. «Las herramientas digitales han cambiado totalmente nuestra forma de trabajar », constata.

No solo ahorra tiempo: también permite que varios diseñadores trabajen en un mismo proyecto, de forma simultánea, aunque físicamente se encuentren separados por miles de kilómetros, intercambiando comentarios sobre las proporciones o los remates a través de la propia herramienta. Otro programa, de modelado en la nube, permite adentrarse en una proyección tridimensional del vehículo, lo que incluye detalles tan concretos como el emblemático logo de la doble W partida que remata las llantas o el sello IQ Light de los faros LED).

También han permitido el uso de nuevas técnicas, como el recurso a la impresión 3D, algo que el departamento de diseño ya utiliza, pero cuya llegada a escala masiva aún tardará, y no solo por la «inversión multimillonaria» que requeriría adaptar las líneas de montaje. «Imprimir la parrilla de un Golf8 requiere de todo el día. No es posible aún hacer cientos de miles de esta forma».

Unas 450 personas trabajan en el equipo de Bischoff, encargándose de todos los aspectos del diseño automovilístico, incluyendo las visualizaciones de los cuadros de instrumentación digital. El equipo trabaja en estrecho contacto con los 1.600 desarrolladores de software que trabajan para el grupo, perfilando nuevas herramientas que, en un futuro cercano, permitirán al cliente ver su coche antes de que se haya apretado un solo tornillo en la línea de montaje. «Ya es posible crear una imagen superrealista del coche que luego se llevará del concesionario, aunque requiere de semanas y su tamaño es muy grande», cuenta el experto.

Los programas permiten, por ejemplo, elegir entre múltiples opciones de parrilla frontal, diferentes materiales para el interior, y posicionar el vehículo en diferentes escenarios, de noche o de día. Pero lo verdaderamente revolucionario es que «hace avanzar en algo tan complejo como diseñar un coche a una velocidad muy rápida, y crear diseños alucinantes», en palabras de Bischoff. Y la velocidad es, cada vez más, fundamental, porque como detalla, «cuánto más digitales se vuelvan los coches más frecuente será su actualización».

El grupo Volkswagen ya diseña la mayoría de sus nuevos modelos de forma totalmente digital. Entre ellos, la nueva familia eléctrica ID, que según Bischoff ha sido «el mayor reto» de toda su carrera. «Crear un coche es algo que se ha hecho cada vez mas complicado. Por eso el proceso digital nos sirve de tanta ayuda», detalla. En los nuevos modelos eléctricos las posibilidades para el diseñador son mayores, al poder prescindir de elementos mecánicos como la transmisión. « Dan más libertad, tienen más espacio y diferentes volúmenes y proporciones », explica. De ahí, por ejemplo, la línea distintiva del ID.3, que no obstante mantiene la conexión visual con la identidad de marca de Volkswagen.

«Si ahora vamos muy lejos, a diseños que no sean balanceados, o modernos, o sin calidad estilística, pierdes a tus clientes. Necesitamos ir valientemente, pero paso a paso», asevera Bischoff en ese sentido. Los campos vacíos, como denomina a los nuevos objetos de diseño, incluyendo también a los futuros modelos de conducción autónoma, requieren « de mucha disciplina y de saber muy bien lo que quieres ».