Cómo superar la ola de calor más extrema en el coche

El calor excesivo en el trabajo acarrea serios riesgos en la salud, a la vez que restringe tanto las capacidades físicas, como reduce hasta en un 50% la productividad del empleado. Son las conclusiones de un informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo. Además, este denominado 'estrés térmico'- niveles de calor en el cuerpo superiores a lo que éste puede tolerar- puede conducir a la hipertermia y en los casos más severos, a la muerte.

Si nos ponemos al volante las altas temperaturas registradas, temperaturas que pueden provocar fatiga, cansancio, somnolencia, agresividad o falta de concentración y atención.

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Por eso antes de entrar al coche, es necesario ventilar el vehículo abriendo todas las puertas al mismo tiempo para expulsar el aire caliente del interior. Esto es esencialmente importante cuando el vehículo está aparcado en la calle, ya que si no hay una buena ventilación, en solo dos horas la temperatura interior llega a superar de forma extrema la que se registra en el exterior.

Dentro del vehículo, la temperatura debe ser cómoda y adecuada. Lo recomendable es que el climatizador esté entre los 22 y 24 grados para evitar enfriamientos por cambios bruscos de temperatura con el exterior y ahorrar, ya que si el aire está por debajo de los 20 grados el consumo de combustible puede aumentar hasta un 20%. Además, hay que tener en cuenta que el aire frío pesa más que el caliente, por lo que es aconsejable que el flujo de aire se dirija hacia el techo del coche para que así el sistema enfríe de arriba a abajo la totalidad del habitáculo.

También planificar las salidas para evitar conducir durante las horas de mayor calor (entre las 12:00 y las 16:00 horas) siempre es una buena idea. La hora óptima se encuentra entre las 8:00 y las 9:30 horas de la mañana y es recomendable evitar la luz del crepúsculo ya que la posición más baja del sol puede deslumbrar y dificultar la visión.

Además de estas recomendaciones específicas, desde Lyreco nos facilitan una guía de recomendaciones prácticas para sobrellevar de la mejor manera posible las altas temperaturas.

Así, debemos beber agua regularmente, antes de tener sed (es una señal que nos avisa de que necesitamos ingerir líquido, por lo que es recomendable adelantarse a este aviso de nuestro cuerpo) entre dos y tres litros de líquido diarios, evitando las bebidas azucaradas e incorporando alimentos que poseen agua naturalmente, como la fruta.

Vestir ropa ligera y transpirable: elige prendas de colores claros, tonos cálidos y vívidos, ya que reflejan la luz y no atraen tanto el color. En cuanto a tejidos, hay que descartar las fibras sintéticas como el poliéster, nailon, acrílicos, polipiel, entre otros por ser pesados y poco transpirables. Por el contrario, recomendamos vestir de algodón (cómodo, transpirable, ligero); de seda (con la desventaja de que puede causar cercos de sudor, pero es muy absorbente y seca rápido); lino (transpirable y fresco); o de tencel (fibra sintética que se obtiene de diferentes plantas, entre ellas el eucalipto). Todos estos tejidos facilitan la evaporación del sudor.

No hay que olvidar protegerse del sol. Utiliza protector solar y renueva la aplicación al menos cada dos horas. En caso de que el desempeño de la jornada laboral se produzca en el exterior, aconsejamos cubrirse bien la cabeza con una gorra, sombrero o pañuelo y protegerse los ojos de la luz solar mediante el uso de gafas de sol.

Además hay que realizar pausas con mayor frecuencia, aprovechando los momentos de descanso para refrescarse, beber líquido y recuperar energía.