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Así es el «lío de siglas» de los sistemas de seguridad de los coches

La mayoría de los conductores desconocen este tipo de sistemas, que podrían evitar más del 27 % de los accidentes

Así es el «lío de siglas» de los sistemas de seguridad de los coches abc.es

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AEB, LKA o DDD son algunas de las siglas que nos pueden salvar la vida, aunque en realidad en la mayoría de los casos ni sabemos lo que significan ni somos conscientes de si nuestro coche dispone o no de estos sistemas de seguridad de última tecnología. La implantación de sistemas tecnológicos de prevención de accidentes en España está siendo muy lenta, según el director general de la Fundación Linea Directa , Francisco Valencia, que ha presentado un estudio según el cual el 98 por ciento de los turismos que circulan en España no tiene este tipo de mecanismos de seguridad. En caso de aplicarse, se podrían evitar hasta el 27,5 por ciento de los accidentes con víctimas y 420 (el 22%) muertes al año.

Valencia ha apuntado al desconocimiento de estos sistemas por parte de los españoles como una de las causas de que los nuevos vehículos los lleven incorporados, cuando no vienen de serie.

A ello contribuye, según ha indicado, el hecho de que el afán de diferenciación de los fabricantes del coches empleen hasta 67 siglas y nombres distintos para tan solo cuatro de estos mecanismos.

De hecho, ha asegurado que el 96 por ciento de los conductores españoles «desconoce completamente los sistemas de prevención de accidentes por sus siglas y el 54 por ciento tampoco sabe si su vehículo dispone de alguno de ellos».

El documento de la Fundación, titulado «Estudio sobre los Sistemas Tecnológicos Avanzados para la Prevención de Accidentes de Tráfico», se centra en el estudio de la eficacia de cuatro de estos dispositivos según los test de la Organización Europea de Valoración de Coches Nuevos (EuroNCAP) y los compara con los datos de los 83.115 accidentes que se produjeron en 2012.

Según estos datos, solamente el sistema de Frenado de Emergencia Autónomo (AEB es su sigla más conocidas) podría haber evitado hasta un 19,1 por ciento de los accidentes con víctimas, reduciendo así el 10,6 por ciento de los fallecidos, el 13,2 por ciento de los heridos graves y el 21,3 por ciento de los heridos leves.

Este dispositivo, según ha explicado Valencia, es capaz de detectar un obstáculo (como, por ejemplo, otro vehículo) y frenar de forma autónoma para evitar colisionar tanto en ciudad como en carretera.

Por otra parte, el mecanismo de Ayuda al Mantenimiento del Carril, cuya denominación más conocida es LKA, podría haber evitado según el estudio el 2,7 por ciento de los accidentes con víctimas , la mayor parte de estos con víctimas mortales (un 5,7 por ciento del total de fallecidos en 2012). Además, habría contribuido a disminuir la cifra de heridos graves en un 4,2 por ciento y la de heridos leves en un 2,5 por ciento.

El director de la Fundación Línea Directa ha explicado que la utilidad de este sistema consiste en su capacidad para detectar desviaciones del vehículo que podrían no ser buscadas por el conductor para evitar salirse del carril.

Aún así, ha precisado que en todos estos sistemas «no se produce una conducción autónoma del vehículo» y que cualquier acción explícita del conductor evitaría que el vehículo frenase o corrigiese la dirección, por ejemplo.

En el caso del dispositivo de Detección de Fatiga (conocido como DDD, por sus siglas en inglés), su implantación en todos los turismos en 2012 podría haber evitado hasta un 2,7 por ciento de los accidentes con víctimas, que habrían reducido, a su vez, el 4,8 por ciento de los fallecidos, el 3,7 por ciento de los heridos graves y el 2,9 por ciento de los heridos leves.

El funcionamiento de este mecanismo puede, o bien detectar síntomas biológicos de fatiga por parte del conductor, o bien reconocer una serie de comportamientos en el modo de conducir que podrían indicar cansancio. La respuesta por parte del sistema consiste en avisar con señales luminosas o sonoras al conductor para recomendarle que realice una parada, según ha explicado Valencia.

Por último, el estudio comparado de la siniestralidad de 2012 y la eficacia de los medios de prevención de accidentes señala que el mecanismo de Monitorización de Ángulos Muertos (sus siglas más conocidas son BSM), podría haber contribuido a evitar el 3 por ciento de los accidentes con víctimas de 2012, en caso de haber sido implantado de forma generalizada. Este porcentaje correspondería, según el informe, al 0,8 por ciento de los fallecidos ese año, al 1,6 por ciento de los heridos graves y al 2,9 por ciento de los heridos leves.

El BSM es capaz de detectar vehículos situados en la «zona muerta» de visión del conductor y advertirle cuando pretenda realizar un adelantamiento mediante una señal luminosa, generalmente en el retrovisor.

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