Un 32% de los conductores considera a los ciclistas como los principales infractores de tráfico

Incluso un 29% de los ciclistas consultados se reconocen como infractores del tráfico por excelencia al hacer caso omiso en ocasiones a discos en rojo o señales de giro e intersecciones. Tanto es así que más del 50% de los participantes aseguran sentirse ‘más que molesto’ cuando un ciclista no respeta las normas del tráfico.

Sin duda, conducir una bicicleta es una actividad de riesgo, sobre todo si se hace en ciudad, o por lo menos así lo afirman el 66% de los encuestados por la consultora AutoScout24 . En cambio, el 23% percibe a los usuarios de una bicicleta como un peligro para los demás actores viales, frente a un 24% que cree actúan con cierta arrogancia jugándose en ocasiones la vida.

Otra de las actitudes de los ciclistas que causan estupor en el 60% de los conductores es la costumbre de conducir en paralelo, aunque la Ley de Tráfico reconozca este derecho. Además, el 62% asegura sentirse molesto si los ciclistas utilizan la carretera en lugar de carril-bici, afirmación que corroboran seis de cada diez usuarios.

Más allá de la crítica a los enamorados del velocípedo, casi la cuarta parte de los encuestados considera que los conductores de automóviles son los que incumplen la normativa vial con mayor frecuencia, frente a un 17% que cree que son los motoristas. Entre las principales infracciones, el 77% de los encuestados por la plataforma europea AutoScout24 acusa a los automovilistas de pegarse demasiado al resto de vehículos a la hora de circular, algo con lo que coinciden ocho de cada diez conductores.

Según el director general de AutoScout24 España, Gerardo Cabañas, «está claro que la bicicleta va ganando cada vez más adeptos entre los españoles pero falta cierta sensibilización y tolerancia por parte de ciclistas y conductores sobre lo que debe ser una correcta conducta que permita a ambos circular con seguridad y en armonía; por mucho que nos empeñemos estamos todavía a años luz del comportamiento al manillar que tienen países como Holanda, Alemania o Dinamarca donde la cultura de las dos ruedas está en su ADN».