Ganvam pide que manipular el cuentakilómetros sea infracción grave

Ganvam apoya su enmienda en que, en ocasiones, algunos operadores del mercado manipulan los contadores para alterar el precio del vehículo y obtener un lucro ilegítimo, a sabiendas de que el importe de un coche de ocasión viene claramente determinado por la antigüedad de la fecha de primera matriculación, pero también por el kilometraje; es decir, por su rodaje o uso, más o menos intensivo.

Según la asociación, estos actores que actúan de forma malintencionada incurren en un delito de estafa, sancionado con penas de hasta 6 años de prisión. Y además constituye un acto de competencia desleal frente a la mayoría de agentes que trabaja honestamentey conforme a las exigencias de la ley, proyectando una imagen negativa del sector del VO.

La patronal llama la atención sobre las graves consecuencias para la seguridad vial de esta práctica, pues los fabricantes diseñan y ponen en el mercado vehículos con unas necesidades de mantenimiento y servicio periódico en función de su antigüedad y kilometraje.

Así, si el propietario no conoce el kilometraje real no podrá hacerle un mantenimiento adecuado ni sustituir los componentes que hay que chequear pasados un número determinado de kilómetros, poniendo en peligro su seguridad y la del resto de viajeros y automovilistas.

Asimismo, esta práctica constituye un grave perjuicio para el medio ambiente, al permitir circular vehículos cuyas emisiones contaminantes no se controlarán de manera efectiva hasta la siguiente ITV.

Finalmente, Ganvam advierte de que si la reforma de la Directiva de ITV que se está planteando actualmente en Bruselas, y que incluye finalmente el kilometraje como parámetro para pasar la inspección técnica del vehículo, con independencia de la edad, la manipulación del cuentakilómetros puede poner en serio peligro la efectividad de la medida.

Según el presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, «creemos necesario que esta infracción tan grave tenga reflejo en el cuadro de sanciones de la nueva Ley de Seguridad Vial para proteger al automovilista como consumidor y, lo más importante, para garantizar unas carreteras más seguras por las que circulamos todos».