BMW Serie 3 GT, ¿diésel o gasolina?
El análisis de la equilibrada versión de gasóleo 320d de 184 CV, la misma potencia que su equivalente de gasolina 320i, pone las cosas relativamente «cuesta arriba» a la última a nada que hagamos unos 12.000-15.000 km al año a los mandos de esta exclusiva, interesante, versátil pero cara berlina coupé.
Con el nuevo Serie 3 GT BMW hace 2 coches en uno, o casi casi, 3 en uno: berlina, familiar y berlina-coupé (casi navega entre el Serie 3 sedán y el familiar Serie 3 Touring ), en este caso similar a rivales ... tipo Audi A5 Sportback .
Tan exclusivo Serie 3, del que se pueden ampliar detalles accediendo a esta galería , implica un sobrecoste comparado con la berlina de 3.000 a 4.000 euros, según motores, y también frente al 3 Touring, en ningún aso inferior a 1.200 euros.
Hemos analizado las posibilidades de la variante de gasóleo más seductora (320d de 184 CV/380 Nm ), porque hay otra de 143 CV, y la verdad es que para plantearse su «alter ego» de gasolina hay que hacerse las cuenas bien hechas: a priori, el diésel se nos antoja más aconsejable .
De otro modo: con una diferencia entre ambos de 2.100 euros a favor del 320i y valorando los actuales precios de los carburantes, completando 15.000 km/año amortizar el 320d requiere circular algo más de 5 años, si contamos con los consumos oficiales. Porque si hacemos cuentas a partir del gasto real (el diésel una media de 5,5 l/100km, que son alrededor de 8 en el gasolina), ese espacio se reduce a 3 años y medio .
Empatados
Cierto que por prestaciones van calcados , como reflejan las fichas técnicas sobre estas líneas (la superior la del 320d), fruto entre otros de la inclusión de turbocompresor en ambos, y porque además el de gasóleo es un pelín más pesado (lo que compensa con un par límite superior). Así, de reprís , traducido en agrado de conducción al acometer adelantamientos o afrontar repechos, progresan de forma similar.
Pero no es menos verdad que el día que toque vender el 320d previsiblemente habrá depreciado menos, y que estadística en mano el índice de averías de un motor de este tipo acostumbra a ser inferior (sí, con arreglos más caros cuando surgen). Por último, España sigue siendo un país «diésel», de modo que llegado el momento de deshacernos del coche facilitará las cosas.
Por cierto, llevan cambio manual de 6 relaciones , de tacto técnico y preciso y desarrollos bien ajustados (hasta la sexta del 320d, de casi 56 km/h, es razonablemente corta), pero pueden equiparse en fábrica con la muy recomendable transmisión auto secuencial de la casa de 8 velocidades y precio elevado: unos 2.500 euros.
Y aquí viene lo malo, pues si de por sí un Serie 3 GT no es un particularmente asequible, echando mano a la «infinita» lista de opciones sugeridapodemos meternos en un vehículo que tranquilamente ronde 50.000 euros, a nada que echemos la imaginación y el capricho a volar: hasta los faros bixenón (841 euros) se pagan aparte, como el retrovisor interior fotocromático (214 euros), el acceso sin llave (759 euros) y, todavía, peor, la conexión Bluetooth (incluida en un pack que rebasa los 600 euros).
Dudas razonables
De acuerdo, por semejantes importantes nos haremos con un producto, el Serie 3 GT , que con independencia del motor o el cambio escogidos goza de una innegable exclusividad (nunca será un vehículo masivo y presume de vistosos «guiños» coupé, como puertas sin marco ), de un comportamiento dinámico de primera (atrás queda la dureza de suspensiones y la exigencia a los mandos que algunos reprochaban a los productos de la hélice; coches como éste se conducen con gran facilidad, frenan con consistencia y se inscribien en curvas «con un dedo»), de una calidad a la altura de lo esperado y, sobre todo, de un excelente confort sustentado en una soberbia amplitud interior para 4,82 metros de largo (buena parte reservada a un generoso voladizo trasero que autoriza un súper maletero básico de 520 litros sin rueda de repuesto ).
De hecho, las plazas traseras acomodan a adultos de buena talla sin riesgo a dar con las piernas en los respaldos anteriores. Y es que hay 6 cm extra sobre la cota de un Serie 3 sedán, muchos. Pero (siempre un pero...) el sobreprecio respecto a un Serie 3 Touring no se justifica por polivalencia (aquel le supera), en nuestro protagonista se echa en falta más equipo de serie (entre otros, un limpialuneta posterior y, ya puestos, la doble apertura del portón maletero que sí lleva el BMW Serie 5 GT ), y no digamos frente a un Serie 3 berlina. Es más, por menos de 4.000 euros suplementarios nos metemos en el renovado 520d ...
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