solo se fabricará una unidad
Un Bugatti de dos millones de euros
La quinta entrega de las Bugatti Legends revive el legendario Type 18 Black Bess, uno de los primeros súper deportivos matriculables. Se trata del nuevo Veyron 16.4 Black Bess Legend Vitesse.
Un Bugatti de dos millones de euros
El Type 18 fue uno de los Bugatti más importantes de preguerra. Adelantado a su tiempo, jugaba en su propia liga gracias a sus impactantes características técnicas: contaba con motor de cuatro cilindros en línea y cinco litros de capacidad, superaba 100 CV y ... permitía una máxima de 160 km/h, una hazaña considerada increíble en la época. Una batalla de 2,45 metros y un ancho de vías de 1,25 le aseguraban de paso maniobrabilidad, sobre todo en curvas.
El Type 18 fue impulsado en las carreras por el fundador de la empresa Ettore Bugatti. De hecho, obtuvo la victoria en su clase en la importante Mont Ventoux de 1912. Su producción se limitó a 7 unidades destinadas a un selecto grupo de clientes. Entre ellos el célebre pionero de la aviación francesa Roland Garros, que en 1912 cruzó el Mediterráneo en vuelo. Fue la victoria de Ettorela que llamó la atención de Garros hacia el Type 18, que buscaba un para viajar tan rápido en tierra como en el aire. El «golpe» de marketing para la firma automovilística fue innegable.
Aquel vehículo, que llegaría a manos de su propietario en 1913, sería renombrado como un famoso caballo de carreras apodado Black Bess, y hoy es uno los tres modelos de su tipo que aún existen: reposa en el Museo Louwman y es propiedad de un coleccionista privado.
Y de ahí al nuevo y único Veyron 16.4 Black Bess Legend Vitesse ideado por Evert Louwman y desvelado en el pasado Auto Show de Beijing como el más rápido súper deportivo contemporáneo: los 1.200 CV/1.500 Nm de su motor 8.0 W16 le permiten un 0 a 100 km/h en 2,6 segundos y una máxima de 408,84 km/h con el techo quitado.
Con mimo
«El Black Bess Legend Vitesse es otro ejemplo paradigmático de la capacidad de innovación de Bugatti en la creación de automóviles exclusivos», explica el diseñador jefe de la marca Achim Anscheidt. Pintado a mano, viste el interior de un cuero tratado y tintado con una exclusiva tecnología que asegura su longevidad y resistencia, garantizando la calidad esperada, a lo largo de toda la vida del vehículo.
Su exterior es enteramente de carbono, negro y matizado por exquisitos acentos dorados; algunos componentes están recubiertos en oro de 24 quilates. Tapones de tanques y tapas de aceite han sido grabados con la placa de identificación Black Bess en un elegante acabado dorado.
De nuevo en el interior del Veyron Black Bess , predominio de suaves tonalidades beige combinadas con costuras decorativas rojas sobre los cabezales de los asientos y los cinturones de seguridad.
Los paneles de las puertas, parcialmente revestidos en madera de palo rosa original, lucen diseños que rememoran escenas de osos y grafías del avión de Roland Garros, un Morane Saulnier Type H. Se trata de dibujos pintadas a mano sobre la piel, como en el modelo de los años 20: ninguno de los dibujos es idéntico entre sí.
En este entorno, el oro también se deja ver sobre el logotipo EB en la tapa del compartimiento de almacenamiento trasero, culminado en cuero beige y con un nuevo motivo que simboliza el vehículo histórico, también pintado a mano.
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