Harley-Davidson, 110 años de rebeldía sobre ruedas
El fabricante norteamericano celebra su aniversario con la bendición del Papa Francisco
Harley-Davidson, 110 años de rebeldía sobre ruedas
Icono rebelde, espíritu de libertad y hermandad viajera confluyen en torno a la marca de motocicletas más importante del mundo. Pocos fabricantes rezuman un aura de misticismo tan especial como Harley-Davidson . La compañía, fundada un 28 de agosto de 1903, ha sido la cadena ... de transmisión de un país, EE.UU., que ha elevado a la fábrica de Milwakee a un estado de deidad. Por encima de ella no hay nada más. De todos los colores, cromadas, sin concesiones al color, más grandes, más pequeñas, de estilo bobber o tipo chopper, pero todas preciosas.
El sueño compartido de William Harley (dibujante) y Arthur Davidson (modelista) fue la primera etapa de esta larga carrera. Eran unos jóvenes veinteañeros, quienes condujeron el talento y la pasión por la senda del triunfo al crear, en un sótano, el prototipo de lo que era, visto con la perspectiva que otorga el tiempo, una bicicleta motorizada. Los hermanos Davidson se unieron después a esta cruzada que acabaría por revolucionar el mundo de las dos ruedas.
Seis motores ( Flathead, Knucklehead, Panhead, Shovelhead, Evo-blockhead y Twin Cam ) que han hecho historia de esta máqukna de aspecto imponente y sonido exclusivo, inconfundible seña de identidad, inimitable en su esencia. La factoría ha producido las motos, pero es mucho más que un mero fabricante. La leyenda explota al saber transformar piezas de metal en un estilo de vida, donde el rock and roll pone su banda sonora. Personalidades de toda índole tales como Elvis Presley o Neil Young han tenido entre sus piernas una Harley.
Miles de seguidores le son fieles, incluso preferirían dejar a sus mujeres en la estacada antes que abandonar sus máquinas. Muchos de ellos acudieron este fin de semana a Roma para asistir a una multitudinaria ceremonia de bendición del Papa Fancisco por la celebración de los 110 años de la marca , una trayectoria al alcance de muy pocas empresas. Pero, ¿por qué sucumbir a Harley y no otros fabricantes, quizá creadores de modelos de mayor autonomía y seguridad? «El resto no tienen alma. Esta es una moto a la que hay que prestar mucha atención. Es como una mascota», explica a este diario Víctor Romero, gerente del concesionario oficial Makinostra , en Madrid.
Embutidos en cuero y con apariencia de malotes, los moteros de Harley tiene un carácter especial, un aspecto que la compañía ha sabido promulgar con los años. «Es una marca que la gracia está en que siga conservando la apariencia y la esencia de una moto clásica, de aspecto retro, que aunque con los años se van incorporando tecnología esta lo ha hecho de la manera más discreta posible», comenta orgulloso Eduardo Otero , propietario de una Dyna Street Bob -el primer modelo que incorporó la sexta velocidad- de horquilla dorada.
Precisamente, es su apariencia clásica, que nunca pasa de moda pero jamás desapercibida, uno de los motivos por los que los usuarios deciden aparcar otros modelos para zambullirse en su universo. «El de Harley es un motor que respira, parece que tenga vida, algo que no lo dan otras marcas. Aporta, a diferencia de otras motos, una calidad de transmisión, una nitidez. Montas en otra moto y te da igual», señala Charly Vega , dueño del taller Iron Cycles .
«Harley es más que un fabricante de motos, es un estilo de vida, una filosofía y es más que una moto. Como empresa, nuestra misión es realizar los sueños de nuestros clientes», comenta Josep Grañó , director general de la firma en España. Propios y ajenos, las miradas se giran cuando arranca uno de estos caballos de acero, ninguno igual, cuya personalización forma parte de su cultura. «Lo que me dio Harley es una filosofía de vida. Otras motos, que también son maravillosas, son distintas. Mi Harley marca un antes y un después», manifiesta el chef catalán Sergi Arola , dueño de una customizada Cross Bones .
La competencia surgida en los años cincuenta, llegada desde Europa y, más tarde, desde Japón, provocó casi una debacle en la fábrica de los sueños. El ave Fénix renació pasados unos revulsivos setenta para retomar las riendas del éxito. Nuevos modelos, actualización de los motores, la incorporación de la inyección y una comprometida labor de marketing han vuelto a hacer de este centenario logo una marca que no es extraño ver tatuado en la piel .
Ver comentarios