Lo que en las mujeres es sexy, en los hombres parece ridículo

El vídeo, que no tiene desperdicio, comienza cuando un hombre sale a pasear con su hijo. Hasta ese punto todo es normal. Sin embargo, la primera sorpresa llega cuando el joven llega a la guardería, donde le recibe un amigo musulmán ataviado con un burka.

El protagonista le pregunta entonces si no se siente oprimido por la cantidad de reglas que existen en contra del hombre en su religión. «Escucha Nissar. ¿No te sientes cada vez más atrapado? Primero te afeitaste el bigote, luego el bello de la cara… en fin, quiero que tengas en cuenta que somos hombres. No pertenecemos a nadie», destaca en el vídeo.

A continuación, el protagonista se sube a una bicicleta e inicia el camino hacia el trabajo, un trayecto en el que se encuentra a una mujer que le grita obscenos piropos y afirma que, al llevar tan poca ropa, provoca sexualmente a las jóvenes de su alrededor. Para entonces la ironía de la directora ya es absolutamente patente.

No obstante todavía queda por representarse el acto final del vídeo. Y es que, la verdadera enseñanza del corto comienza cuando el protagonista se encuentra a un grupo de mujeres que le piropean y se burlan de él. Es en ese momento cuando el hombre, cansado, se enfrenta al grupo de chicas quienes, enfadadas, le violan en medio de la calle.

La sátira empieza a tocar a su fin cuando se puede ver al hombre en la comisaría, donde las policías (mujeres, por supuesto) no prestan atención a su denuncia. Minutos después, el corto termina cuando la esposa del hombre se reune con él y le acusa de salir a la calle con poca ropa para provocar. «No puedo aguantar tu sin sentido masculino, Mira tu forma de vestir: camiseta corta, chanclas, pantalones por encima de las rodillas… si vistes así luego no te quejes de lo que te pase».